Autor: DÁVILA ÁLVAREZ, Rafael. General de División (R)
Fuente: Blog General Dávila
Fuente: Blog General Dávila
LA DIVISIÓN AZUL. KRASSNIJ BORG. EL CAPITÁN PALACIOS PRISIONERO EN RUSIA. LA VERDADERA HISTORIA
Capitan Palacios. Foto Blog General Davila |
La
historia del Capitán Teodoro Palacios Cueto, héroe de la Batalla de Krassnij
Borg, y prisionero durante once años en Rusia (1943-1954) se hizo famosa
gracias a la pluma de Torcuato Luca de Tena. En el mes de Mayo de 1955 se
publicaba la primera edición del libro Embajador en el infierno en
el que Torcuato Luca de Tena narraba las vicisitudes del Capitán Palacios
durante sus once años de cautiverio en Rusia. Solo en un año se tiraron cinco
ediciones, 27.500 ejemplares, un éxito de ventas no conocido antes. Obtuvo el
Premio Nacional de Literatura y el Premio Ejército. En 1956 siguiendo el guión
del libro se estrenaba la películaEmbajadores en el
infierno dirigida por José María Forqué.
Lo que hasta ahora no sabíamos es
que el propio Capitán Palacios, sin interferencia de ningún tipo, y antes de
iniciar la colaboración para escribir Embajador en el infierno,
había cursado el relato de los hechos al mando militar en un documento obligado
para cualquier militar.
En
su día tuve en mis manos la Declaración jurada del
Capitán Palacios sobre los hechos ocurridos en Rusia. Puedo decirles que está
definitivamente en mi poder. No creo conveniente exponerla a la opinión
pública, por ahora. Tiempo habrá. A pesar de ello hoy les ofrezco un adelanto
del documento. Con este artículo y como primicia, vamos a recorrer de la mano del
Capitán Palacios aquellos interminables once años. Es un documento único. Todo
lo que escribió Luca de Tena estaba ya escrito. A la Laureada que ganó el
capitán Palacios se podría haber sumado el premio Nacional de Literatura y el
de Ejército que le concedieron a Luca de Tena. La síntesis y sintaxis de
su Declaración jurada lo merecían. Realizada en
lenguaje militar, difiere de la obra Embajador en el infierno en
algunos aspectos que en aquél momento la prudencia obligaba a no desvelar.
Quizás sin la publicación de este
libro por Torcuato Luca de Tena la historia del Capitán Palacios y sus hombres
no hubiese sido conocida en toda su grandeza y, lo que hubiese sido más grave,
la epopeya de la División de Voluntarios Españoles en Rusia, la popularmente
conocida como División Azul, hubiese quedado pronto en el olvido. Ese es el
mérito enorme de Torcuato Luca de Tena para la historia y para la literatura.
Dice el autor de Embajador en el infierno que la obra es la
narración histórica de un militar transformada en reportaje por un periodista.
Hoy después de más de 70 años del inicio de la campaña en Rusia descubrimos que
el militar, el Capitán Palacios, ya había escrito su narración militar antes de
que la conociese el periodista. La historia se encontraba en manos del
mando militar español a quien el Capitán Palacios la había remitido, como
reglamentariamente le correspondía: Declaración Jurada que,
de sus hechos…
Según
el propio Luca de Tena la colaboración para escribir Embajador en el infierno se inició “estando en
puertas el mes de Diciembre” (1954), es decir, seis meses después de que el
Capitán Palacios ya hubiese dejado constancia escrita de sus hechos. Lo hizo de
acuerdo con la redacción que obliga a un soldado, brevedad, claridad y
precisión. En 21 folios, de los antiguos 215×315, resumía 11 años de cautiverio
sin dar pie a la imaginación ni a la fantasía; tampoco a la retórica. Sólo
habían pasado dos meses del regreso a España y remitió su informe sin dejarse
nada en la conciencia, ni lo bueno ni lo malo. Ha pasado el tiempo suficiente
para que se conozca y que la verdad reluzca, héroes, desertores y delatores ya
pasaron su calvario, su infierno, y no es momento para juzgar a nadie sino para
conocer los hechos tal y como los contó de primera mano su protagonista
principal. Ocultaremos, por ahora, nombres.
La Declaración Jurada del capitán Palacios tiene el
enorme valor de ser un documento oficial que obligaba a narrar los hechos
acaecidos en combate y durante su cautiverio empeñando en ello su palabra bajo
juramento. A él sólo le correspondía haber escrito su cautiverio, y así lo hizo
y lo firmó el día 17 de mayo de 1954, después de once años de miseria
convertidos en grandeza.
1.-LA ÚLTIMA BATALLA. RESISTIR HASTA
MORIR.
Sin retórica el Capitán Palacios comienza
la descripción del combate que se avecinaba. En un folio y medio describe lo
sucedido desde la noche del día 9 de Febrero de 1943 hasta las 14:30 del día
siguiente en que es hecho prisionero.
Ante
el inminente ataque enemigo, el Capitán Palacios toma las pertinentes medidas
de un Jefe de Compañía:
-Instruye a la Compañía en el
combate que se avecinaba
-Redobló el servicio de noche para
evitar infiltraciones y sorpresas.
El
combate duraría desde las 07:00 de la mañana hasta las 14:30, hora en que son
hechos prisioneros los pocos supervivientes que quedaban.
Los partes entre el Comandante
Payeras y el Capitán Palacios durante el combate quedan fielmente reflejados en
el libro de Torcuato Luca de Tena, pero hay una variación en uno de ellos que
es necesario resaltar.
En
el libro dice: Envié un nuevo parte al Comandante: Un fuerte
contingente enemigo ha penetrado por el flanco izquierdo y me efectúa un cerco
a larga distancia, fuera del alcance de mis armas. La primera y la segunda
sección se han replegado. Continúo defendiendo la posición con mi Plana
Mayor y la tercera sección. Mis bajas son numerosas. La única ametralladora de
que disponía, destruida por la artillería. ¡Viva siempre España!-Capitán
Palacios.
En
su Declaración Jurada hay un pequeño pero importante matiz diferenciador:
‹‹La primera y segunda sección, sin orden
mía, se han replegado…››”
Es algo que en su libro evita
comentar pero lo resalta en su declaración jurada de hechos.
A
continuación relata cómo son hechos prisioneros:
Expone las razones de carácter
táctico por las que no se replegó ante el ataque enemigo y que no relata en el
libro de Torcuato Luca de Tena.Y destaca el comportamiento heroico de sus
hombres.
2.-EL CALVARIO: Kolpino, Leningrado,
Cheropoviest, Moscú, Suzdal, Oranke, Potma, Jarkov, Ors, Leningrado, Borovichi,
La Mina, Rewda, Chervakov, Vorochilograd, fueron los lugares que recorrió el
Capitán Palacios durante sus once años de calvario.
-KOLPINO:
Allí fue interrogado por la “Línea
del ISHORA” de la que él había dicho era la verdadera línea de resistencia y
que ellos sólo habían sorprendido la línea de vigilancia. Se le invitó a
dirigirse por radio al General Esteban Infantes y al sector de la División
invitándoles a rendirse. Ante su resistencia se le dijo que las siete mil
bajas del ejército rojo tenidas ayer, serían vengadas.
-LENINGRADO:
Trasladados a Leningrado se
recrudecieron los interrogatorios invitándosele de nuevo a dirigirse a la
División para que se rindiera. A su regreso de uno de los interrogatorios se
encuentra con una desagradable sorpresa
El Capitán Palacios en el
libro Embajador en el Infierno habla de quienes se
abandonaron a la ignominia. Oculta la mayoría de los nombres de los
débiles, dice de ellos que fueron muchos, y de los traidores, pocos.
“Sólo ocultaremos, cuando sea posible, por
discreción, los nombres de los débiles o los traidores, pues no son estas
páginas alegato de fiscal, sino testimonio de Historia”.
En
su Declaración Jurada el Capitán Palacios no oculta ningún nombre y narra los
hechos de todos y cada uno así como su comportamiento.
-CHEROPOVIAR
Hemos respetado el nombre tal y como
lo escribió el Capitán Palacios en su Declaración Jurada…CHEROPOVIAR, en la
región de MAKARINO, aunque su nombre es CHEROPOVIEST, tal y como lo transcribe
en “Embajador en el Infierno”.
Allí
a los soldados, desnutridos y mal equipados, se les encuadró en Brigadas de
trabajo, un trabajo agotador para después someterles a una intensa acción
política. Se pretendió que los soldados por medio de cartas se dirigieran a sus
compañeros de la División invitándoles a pasarse a la filas rojas diciéndoles
que el país del comunismo era el verdadero Paraíso…Se logró que las cartas
fueran rotas no saliendo ninguna (una de ellas llevaba la firma de 160 soldados).
En esta difícil misión cooperaron eficazmente, el Teniente ROSALENY JIMÉNEZ, el
Alférez José del Castillo Montoto, los Sargentos Ángel Salamanca Salamanca,
Moreno y Quintela, con el soldado José Jiménez, que, como enlace, tan buenos
servicios prestó en esta ocasión.
-MOSCÚ. Campo nº 27.
A primeros de Junio, llegó al Campo
el General jefe de E.M. del VII Ejército alemán, que cercó Stalingrado, Don
Arturo Schmidt, con el que se entrevistó. Al poco tiempo los rusos prohibieron
estas conversaciones.
-SUZDAL
El Coronel ruso, Jefe del Campo,
Krasti, que luego fue General y Comandante Militar de Lituania, formó a los
prisioneros concentrando delante de ellos una fuerte guarnición armada de
fusiles, ametralladoras y profirió toda clase de amenazas para obligarles a
trabajar. Todo el Campo se puso en marcha atemorizado por las amenazas excepto
los oficiales españoles (excluidos Honorio Martín y José Navarro).
Fueron encarcelados en condiciones
pésimas y en el interrogatorio en tono despectivo se le dijo al Capitán
Palacios que ni sabía porque había ido a luchar contra la Unión Soviética, a lo
que este respondió: “Efectivamente cuando vine no sabía porque
venía a luchar, ahora… ya lo sé”.
A principios del 1.946 fueron
repatriados los prisioneros de guerra italianos, y por el Coronel de
Bersaglieri Luigi Longo, envió la siguiente nota al Gobierno español: “Que todo cuanto habíamos visto en Rusia, justificaba la presencia
de la División Azul en el frente ruso, que no se creyera en la propaganda que
Radio Moscú hacía con nuestros soldados, consecuencia del terror desplegado,
que no se preocupen por nosotros y, que por nosotros, no se hiciese ninguna
concesión a los rusos”.
-ORANKE
Son trasladados en Julio de 1946 a
ORANKE, región de Gorti. Allí de nuevo surge la cuestión del trabajo sin que
haya unanimidad de criterio.
En Embajador en el infierno relata
la situación que se plantea con el trabajo y hace una crítica fundamentalmente
dirigida a uno de los oficiales que argumentaba que la postura de los que se
negaban a trabajar equivalía a presumir de reaccionario. Oculta el nombre de
dicho oficial cosa que no hace en su Declaración Jurada.
Se trataba de un oficial de
Aviación, pero vamos a omitir su nombre. El capitán Palacios le replicó:
“Presumir de reaccionario es muy fácil en una terraza de Alcalá ante un doble
de cerveza, pero aquí a dos pasos de Siberia y con minas de carbón a una
profundidad de 2000 metros no es tan fácil, y esa presunción no cabe duda, está
animada por fines muchos más nobles”
En su Declaración Jurada narra la llegada al Campo de un
grupo de españoles con los que intentan ponerse en contacto rechazando estos el
diálogo al saber que pertenecían a la División Azul…”Con ustedes no queremos
nada”. Componían el grupo recién llegado rojos exiliados en Francia, entre
ellos el Teniente Coronel Jefe de Estado Mayor de las Brigadas de Madrid,
Capitán Sauri procedente de la Escuela Aeronaval de Cartagena, una mujer Amparo
Fernández de Santander, con su hijo José Luis, de doce o catorce años… todos
ellos cogidos en la evacuada Embajada española de Berlín, creyendo los rusos
que apresaban al Embajador y su señora. Los encerraron en los Campos de
Concentración pese a sus ardientes protestas y afirmación marxista de que todos
ellos hacían gala.
Los prisioneros de la División Azul
organizaron un socorro azul para las mujeres y niños. El inicial recibimiento
hostil se convirtió pronto en amistad.
-POTMA
En Noviembre de 1.946 fueron
trasladados a un Campo de Repatriación. No cita el nombre del campo pero sí lo
hace en el libro Embajador en el Infierno. Era el
Campo de Potma.
Allí se suceden los enfrentamientos
con los llamados Grupos Antifascistas.Allí se les
ordenó quitarse el emblema de España que llevaban como pertenecientes a la
División Azul.
-JARKOW
A finales de Enero o principios de
de Febrero de 1.947 fueron trasladados al Campo nº 2 de Jarkow. Campo de triste
recuerdo para todos los que por allí pasaron por los métodos de exterminio que
en él se practicaban. Las amenazas al Capitán Palacios eran constantes.
Se
trabajaba en el Campo 12 y hasta 14 horas para ganarse una pestilente sopa.
Alguno trabajaba dos horas más para ganarse la comida. El Capitán Palacios les
hacía ver la barbaridad que cometían.
Ocurrió
con el soldado José Jiménez que después de la jornada agotadora del día estaba
a las dos de la mañana paseando por la barraca y sin dormir. Palacios le ordenó
acostarse respondiendo Jiménez que no podía dormir pensando en el desayuno. El
hambre hacía mella en todos los prisioneros.
Poco
después describe la muerte del Teniente Molero.
Fue
trasladado a un Campo de recuperación a unos 5 Kms. de Jarkow, regresando al
mismo a principios de Marzo de 1.948. Allí se le empezó a instruir el primero
de sus procesos junto al Teniente Rosaleny, Alférez Castillo y Soldado
Victoriano Rodríguez.
Los transportes de repatriación
continuaban efectuándose pero de los españoles ni se hablaba. Un soldado,
Francisco Sanz, de Alicante acusó al Capitán Palacios de ser el responsable de
que los españoles siguieran en Rusia. El Capitán le contestó: “Eso no es cierto, puesto que aquí hay prisioneros de otras
nacionalidades que no tienen al Capitán Palacios, de todos modos acepto la
responsabilidad que me corresponda, pero si algún día regresáis conmigo,
entrareis en España por la puerta grande, por la misma que salisteis.”
En
el juicio al que se le sometió actuaron de testigos de cargo, César Astor,
Segovia, Montes, Alférez Navarro y tres alemanes.
La
sentencia fue de veinticinco años de cárcel en sustitución de la pena de
muerte. Cuatro meses antes fueron colgados en la plaza de Jarkow cuatro
alemanes.
Se les abrió un nuevo proceso por
agitación política y sabotaje.
-ORS-LENINGRADO-BOROVICHI
En Noviembre con otros presos rusos
fueron trasladados a la cárcel de Ors, región de Mins, donde estuvieron cinco o
seis días. De ahí a Leningrado donde estuvieron otros tantos hasta ser
trasladados a la cárcel de Borovichi en la que comparecieron por tercera vez
ante un Tribunal Militar. Era el día 10 de Diciembre de 1.949. Fue intérprete
en este tribunal el sargento del ejército rojo Felipe Pulgar.
El Tribunal volvió a condenarles a
veinticinco años de cárcel en sustitución de la pena de muerte.
-CAMPO DE LA MINA
El 24 de Diciembre fueron
trasladados al Campo de La Mina. El resto de españoles se encontraba en un
Campo a 5 km,s.
Llegaron al Campo los cuatro
condenados a diez años de reclusión en el Tribunal de Smolensko, José María
González, Enrique Maroto, Emilio Rodríguez y Mena, y en diciembre, otro grupo
entre los que se incorporaba el Teniente Rosaleny procedente de un hospital en
donde había sido tratado mediocremente de una tuberculosis pulmonar, que
adquirió durante la permanencia en la cárcel de Jarkow.
En
la segunda quincena de Julio de 1.951, todo el Campo fue trasladado a los
Urales, Región de Svarlof.
En
Febrero o Marzo del 52, llegó a los Urales una gran parte del contingente
español que habían dejado sin condenar en Borovichi y fueron distribuidos en
pequeños grupos, por los diferentes campos de Svarlof.
Llega el final de su cautiverio
cuando a fines de Mayo de 1.953 es trasladado a Chervacov en el que
permanecieron ocho meses hasta su traslado a un Campo de la región de
Vorochilogrado en el que se reunieron con todos los demás españoles
concentrados para su repatriación.
Termina
su Declaración Jurada el Capitán Palacios pidiendo a sus compañeros que a todos
perdonen y acepten.
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