domingo, 7 de junio de 2020

60 años de la «Operación Pegaso» en el Sáhara

Autor: HERRERO ANDREU, Antonio
Fuente: Diario ABC Canarias
Participó la I Bandera Paracaidista del Ejército de Tierra, una compañía de fusiles, una sección de ametralladoras y un pelotón de morteros de 81 milímetros, tiradores, un destacamento del Grupo de Policía de Ifni, zapadores de la Compañía Expedicionaria 6 de San Sebastián.
Embarque para salto. Foto ABC Canarias
Embarque para salto. Foto ABC Canarias
La «operación Pegaso» desarrolló el segundo salto de guerra de las Fuerzas Paracaidistas del Ejército de Tierra en las inmediaciones de la localidad de Erkunt el 19 de febrero de 1958. Los planes del mando pretendían, con una serie de lanzamientos paracaidistas al norte del territorio asegurar la libre disposición de la carretera costera que unía el territorio de norte a sur. Una vez logrado este objetivo las unidades debían replegarse a Sidi-Ifni.
Además de los lanzamientos paracaidistas se dispuso una agrupación por tierra compuesta por la II Bandera Paracaidista y la VI de La Legión que avanzarían por las cumbres dominantes de la vía de comunicación costera. El avance de esta columna estuvo obstaculizado por el fuego enemigo obligando a tomar al asalto algunas de las cotas que dominaban el itinerario causando los intensos enfrentamientos un número de bajas considerable entre las fuerzas de La Legión y los paracaidistas.

Resistencia

Ante la resistencia de las bandas de liberación el mando, con la certeza de que la única posibilidad de sorprender al enemigo era envolver su retaguardia, ordenó el embarque de las fuerzas de la Primera Compañía al mando del capitán Pedrosa junto a una sección de ametralladoras de la V compañía al mando del teniente Antón Ordóñez.
El salto se realizó en la D-Z de Erkunt, la más cercana a Sidi-Ifni de las previstas en la operación. Al llegar a la zona de lanzamiento saltó el capitán Pedrosa como primero de la patrulla seguido por el resto de su compañía, siendo un éxito el salto sin que hubiera que lamentar ningún incidente, alcanzando los objetivos previstos y causando la retirada total del enemigo.

El origen

Tras la confección de la Orden General de Operaciones «LM5» (Operación Pegaso) firmada por la III Sección de Estado Mayor 3504/A, en el Cuartel General de Sidi Ifni a las 12 horas del 15 de febrero de 1958, donde con todo lujo de detalles en el cual un Informe trata de la 1ª parte de la organización del enemigo y su despliegue en las cotas 325/3937 y 2254 hasta el Adar Bugguit, ambos inclusive.
Para el desarrollo de la operación estaban la Agrupación «C» y «H», cuyo mando lo ejercía el entonces teniente coronel natural de Las Palmas de Gran Canaria.

Integrantes

La agrupación estaba compuesta por las unidades: Primera Bandera Paracaidista del Ejército de Tierra, una compañía de fusiles, una sección de ametralladoras y un pelotón de morteros de 81 milímetros el IV Tabor de Tiradores de Ifni, un destacamento del Grupo de Policía de Ifni, al mando de un oficial, una sección de zapadores de la Compañía Expedicionaria 6 de San Sebastián, dos radios de 15 watios, 3 radios, dos para sanidad, una ambulancia y una «pickup», cinco vehículos tipo comando y 15 camiones en el punto y hora que designe este mando.
La idea de la maniobra era alcanzar Tabelcut con la máxima rapidez e iniciar seguidamente el repliegue siguiendo la carretera costera, reconociendo el terreno y poblados próximos, así como proteger el flanco este de la sección anterior, ocupando el cordal que se extiende al norte del Buyarifen hasta el Uad Taguia.
Esta operación se inició a las 12 horas del «Día I» bajo la orden del teniente coronel Crespo del Castillo, iniciando el despliegue de la compañía para proteger la libre disposición de la carretera costera entre Said Yussef y Buyarifen, que serviría de protección a la columna de abastecimiento al punto de apoyo «C».
La misión viene detallada en el documento de la «Operación LM-5» donde detalla que la mencionada Agrupación «C» deberá ocupar sobre camiones la carretera de Tabelcut para alcanzar Sidi Abd Rachaman, Ercunt, Sidi Abd-Sbaar, Id Buchin y Tabelcut, así como reconocer los poblados próximos a Tabelcut, cercanos a la carretera costera y posteriormente replegarse sobre Sidi Ifni según la mencionada carretera.
El informe sobre el enemigo detalla que frente a las posiciones del Buyarifen el enemigo tenía unos 300 hombres constituyendo tres unidades tipo compañía, dotadas cada una de 3 fusiles ametralladores y dos morteros de 81 milímetros. Lo más posible era que el enemigo ofreciese una lógica resistencia, sin descartar el empleo de medios blindados y algunos contingentes humanos procedentes de Marruecos.

Compañía de Ametralladoras Belchite 57 de Zaragoza

El informe secreto de la operación, en la hoja número siete, detallaba con una serie de actos lo siguiente, Agrupación Táctica «M», al mando del teniente coronel Antonio Delgado Alvarez, a las 20:15 del día «V» las unidades se trasladarán a las inmediaciones del Buyarifen, donde pernoctarán a las 7 horas de la mañana se iniciará el movimiento hasta la base de partida que abandonarán a las 08 horas.
«A mi orden, y previa petición de la Agrupación de Unidades de la Escuadra frente a nuestras costas, se actuará en condiciones de realizar fuego de armas automáticas y de artillería para protección de la maniobra, para realizar una acción de desembarco de unidades de Infantería de Marina», indica el texto.
Se añade que a la hora «H» la guarnición del Centro de Resistencia «D «iniciará un violento fuego de ametralladora y cañones sin retroceso sobre la Cota 340». La conducción de la maniobra especifica que a las doce horas del día «D», «y a la orden del teniente coronel-jefe de la Agrupación M, Antonio Álvarez Delgado, se realizará el despliegue de la carretera costera entre Sidi Yuseff y Buyarifen durante la noche».
Salto Paracaidista. Foto ABC Canarias
Salto Paracaidista. Foto ABC Canarias
En sus apartados del citado documento secreto (L-M-5), compuesto de diez folios, se especifica detalladamente las distintas unidades de las fuerzas intervinientes, indicando el reconocimiento de poblados e inmediaciones, «todo ello realizado por fuerzas de policía y se empleará a las edificaciones en tanto que no sea utilizado para refugio de elementos armados».
El citado documento, en uno de sus últimos apartados, especifica que se respetará la frontera, pero en caso de ser hostigados desde territorio extranjero «se responderá con la medida estrictamente necesaria para neutralizar las armas adversarias».
Las condiciones de un estudio realizado por la Escuela de Guerra del Ejército (Madoc) especifica en estas conclusiones en las operaciones: material muy variado y antiguo, indefinición política, falta de información, uso de la aviación, guerra de guerrillas y excesiva concentración.
Pero a pesar de todos estos inconvenientes, no exentos de algunos fallos, lo cierto es que aquellas fuerzas conjuntas eran la mayor parte de soldados de reemplazo que demostraron estar muy por encima de soldados profesionales. Los propios mandos así lo afirman cuando un oficial legionario dijo: «ya querría tener yo soldados tan buenos como los de la Compañía de Ametralladoras Belchite 57 de Zaragoza».

El primer salto paracaidista en acción de guerra

Autor: HERRERO ANDREU, Antonio:
Fuente: Diario El Faro de Ceuta
Para la historia de las Fuerzas Armadas el primer salto paracaidista sobre Tiliuin fue un hecho histórico y, además, brillante, por el éxito que tuvo dicha operación, que fue denominada «Pañuelo», pues equivalía a lanzamiento paracaidista en un espacio tan reducido como su nombre indica. Así, no hubo que lamentar bajas, y ello a pesar de que tenían al enemigo en sus propias narices.
Salto Paracaidista. Foto BRIPAC
Salto Paracaidista. Foto BRIPAC

LA MADRUGADA DEL 28 DE NOVIEMBRE DE 1957

Cuando las manecillas del reloj marcaban las 2.00h de la madrugada, la II Bandera Paracaidista recibe una orden del Estado Mayor del África Occidental Española con el fin de que esta Unidad estuviera alerta para realizar una operación aerotransportada.
El entonces Capitán (fallecido de Coronel) Juan Sánchez Duque, sintió una enorme satisfacción al haber sido elegida su 7ª Compañía para esta importante misión. Además, él contaba con una gran confianza en sus hombres, a los que trataba y quería como a sus propios hijos y, recíprocamente, los “paracas” lo admiraban y querían como a su propio padre.
El escrito «secreto» de la 3ª Sección de Estado Mayor número 3715-B en el Cuartel General de Sidi Ifni detallaba que a las 15:00 horas del día antes citado, se trataba de una maniobra de aerodesembarco sobre el Puesto de Tiliuin; cercado por el enemigo. Fue elegida la 7ª Compañía de la II Bandera, compuesta por dos Secciones, un pelotón de ametralladoras, un pelotón de morteros de 81 mm, transmisiones y sanidad, dotados con pistolas, 10 subfusiles, 6 fusiles ametralladoras, 54 mosquetones, 120 cartuchos por individuo, 350 cartuchos de 9 largo por individuo, 50 cartuchos pistolas por individuo y 590 cartuchos de 7.92 por individuo fusil ametrallador.
El mando de esta 7ª Compañía no podía haber recaído en su mejor Jefe, con el valor acreditado en dos guerras en España y en la División Azul, lo recuerdan sus antiguos paracas como exigente pero, ante todo, tremendamente humano, le rodeaba una aureola de admiración ciega. Hoy, después de más de medio siglo, en la mente y corazón de quienes fueron sus subordinados se mantiene vivo el recuerdo de aquel primer salto de guerra. Tanto es así que el fallecido Juan Sánchez Duque tenía gravado, en unos mosaicos de su chalet de una playa de Huelva «Tiliuin 1957» donde, con alguna frecuencia, cuando aún vivía, era visitado por muchos «paracas».
Aquellos «paracas» de la 7ª Compañía ratificaron con su conducta lo que es el valor que, aunque posiblemente antes del salto tenían un nudo en la garganta, hicieron realidad aquello de «…El verdadero valor consiste en prever los peligros y despreciarlos cuando se hacen inevitables…» (Fenelon)

CINCO JUNKERS SOBRE TILIUIN

Según consta en el Diario de Operaciones de la II Bandera Paracaidista, a las 6.30 del día antes citado, la 7ª Compañía era revistada por el Comandante-Jefe, Tomás Pallas Sierra, y las palabras que les dirigió sin duda alguna les infundió a sus hombres mucha confianza y una moral muy alta aunque, sin poder evitarlo, también emoción y nervios y allí estaba entonces el Páter entonces Teniente, Pablo Cabrera Arias para que, los que quisieran se confesaran. Era una Misión muy importante, pues había que rescatar a los defensores de Tiliuin cercados por el enemigo en cuyo puesto, además de militares, había también mujeres y niños.
El Capitán-Jefe de la 7ª Compañía tuvo el privilegio de contar con tres magníficos profesionales, los Tenientes de las Secciones Gustavo Calvo Goñi, Pedro Soto del Río y Juan García Andrés, los cuales tenían una fe ciega en sus Caballeros Legionarios Paracaidistas.
Eran las 11.25 de la mañana del 29 de noviembre, cuando los cinco «Junkers» sobrevolaban la zona de lanzamiento de Tiliuin. Con anterioridad cinco bombarderos «Heinkel» habían ametrallado y bombardeado sobre los lugares donde se refugiaban los atacantes del Ejercito de Liberación Marroquí, ello con el fin de ahuyentar al enemigo
Listos para saltar, aquellos 70 paracaidistas sentían una gran emoción y, aunque tranquilos, muchos de ellos iban rezando para conseguir el éxito de este primer salto de guerra, y también deseaban llegar a tierra para liberar a sus compañeros de tiradores y policía que llevaban varios días cercados por el enemigo. Ellos, y solo ellos, iban a tener el alto honor de ser protagonistas del primer salto de guerra en la historia de las Fuerzas Armadas.
En la segunda pasada, a unos 200 metros, iban cayendo los primeros paracaidistas, entre ellos, un tinerfeño; Emilio Pascual Hernández. Así, iban cayendo en los puntos previstos, excepto el Capitán Juan Sánchez Duque que, junto con otros ocho paracaidistas más, cayeron a unos 200 metros del Puesto de Tiliuin y, aunque recibieron esporádicos disparos de fusil enemigo, no les alcanzaron.
El Teniente-Jefe de la 2ª Sección se lanzó con un grupo de paracaidistas sobre un poblado cercano donde les hostigaban los enemigos y, a su vez, protegiendo la patrulla del Capitán Sánchez Duque.
Una vez reunidos, se procedió a entrar en el puesto de Tiliuin. Es imposible narrar la escena que se vio: sitiados y paracaidistas se fundieron en abrazos con muchas lágrimas no solo de soldados, sino también de mujeres y niños.
Otro momento emocionante fue cuando llegaron los Legionarios de la VI Bandera con su Comandante-Jefe al frente: Enrique León Gallo, aun con fuerzas, del Batallón «Soria 9»; se iniciaba la marcha hacia Sidi Ifni.
Es triste que el comportamiento de estos bravos soldados hoy esté relegado en el olvido. Sin embargo, un prestigioso militar inglés así opinaba «…El ejército español es el que posee las más antiguas y bellas tradiciones de Europa, cosa que en España tantos desconocen…». (General Montgomery, Lord del Alamein).

miércoles, 3 de junio de 2020

La triste historia del Santana Aníbal

Autor: Vicente Cano
Fuente: AutoBild.es
Calificar de triste la historia del Santana Aníbal, uno de los coches del despliegue de la UME, sería decir poco, especialmente si vives en Linares, Jaén, localidad andaluza en donde se fabricó el que fue vehículo ligero oficial del Ejército Español. Entones, corría el año 2005 e incluso una revista de motor británica lo llegó a nombrar el mejor todoterreno de campo del mundo. 
Santana Anibal. Foto AutoBild
Santana Anibal. Foto AutoBild
Y lo cierto es que cualidades off road nunca le faltaron al Aníbal de Santana, así como tampoco carecía Linares de un buen ganado prestigio montando todoterrenos. Sin embargo, el buen nombre de la factoría Santana Motor se acabó liquidar con el proyecto de este coche ideado y desarrollado desde 2001 para servir de vehículo de campo y que se adaptó posteriormente para concursar en convocatorias públicas.
Pero para entender la historia del Santana Aníbal, hay que retroceder una década atrás, aunque si tienes más de 30 años o has vivido en Andalucía, probablemente habrás conocido desde siempre  los famosos Land Rover Santana. Tal era la asociación entre la marca Land Rover y la fábrica de Linares donde se montaban los Defender bajo licencia desde 1969, que los coches se comercializaban bajo esta marca 'híbrida' hispano-británica.
Cuando, en 1989, Land Rover cerró su participación en Santana por problemas económicos, la firma andaluza siguió montando su famoso Santana Land Rover 2500. Con frenos de disco delanteros y dirección asistida como únicas mejoras sobre el Defender, además de las estéticas. Aún así, este  todoterreno que en autopista no sobrepasaba los 90 km/h fue muy popular en la España de comienzos de los años 90.
En esa década, Santana Motor lograba sobrevivir gracias a la licencia de fabricación de modelos de Suzuki y aunque los japoneses liquidaron su presencia en 1995 por la baja productividad de la planta, el Vitara se siguió ensamblando allí, a bajo la propiedad de la Junta de Andalucía, hasta el año 2005. Por el camino, cada año la cifra de ventas caía y las pérdidas alcanzaban los cientos de millones de euros por ejercicio (3001 millones en 2001).

El Aníbal al rescate de Santana y de Linares

Como en otras ciudades que habían visto tiempos mejores durante el desarrollismo de los años 60 y 70, los vecinos de Linares comenzaron a movilizarse para reclamar la viabilidad de la fábrica que todo el mundo veía peligrar. Recomiendo este fantástico artículo de La Contra de Jaén para quien quiera profundizar en el tema. En este clima de tensión social en la ciudad jienense se comenzó a desarrollar el Aníbal a comienzo de los años 2000, aunque para entonces los resultados de Santana eran tan malos que ya solo un enorme éxito del todoterreno podría enjuagar las pérdidas.
Factoría de Santana en Linares. Foto AutoBild
Factoría de Santana en Linares. Foto AutoBild
El resultado llegó hacia finales de 2002, cuando el Santana Aníbal se presentó. La idea es que absorbiera la demanda de todoterrenos rurales que el Land Rover hecho en Linares ya no podía cubrir, pero la necesidad del fabricante andaluz era mayor. Y en la era previa al dominio de los SUV, la única manera de vender muchas más unidades de las 6.000 del mercado natural del Aníbal era colocándolas en concursos públicos.
Para entonces la Junta de Andalucía había invertido decenas de millones de euros del ICO (Instituto de Crédito Oficial) en el desarrollo del Aníbal, que básicamente era el Santana 2500 con un motor Iveco de 2800 cc, inyección directa por raíl común y 125 CV. Con suspensión de ballestas y consumos que raramente bajaban de los 12 l/100 km, además de ser un coche incómodo para hacer viajes por carretera, la única opción de sobresalir en los pliegos de condiciones de los concursos públicos era tirar los precios hacia abajo.

Y fue ahí cuando llegó la convocatoria del Ejército

Con las ventas del Aníbal en su primer año en mínimos, llegó en 2003 la convocatoria del Ejército para la compra de 750 unidades de un vehículo ligero. Dos contendientes parecían los más destacados: por un lado, Santana Motor y, por el otro, Urovesa, una empresa gallega que fabricaba el Vamtac, una suerte de Hummer español que, de largo, ofrecía mejores cualidades todoterreno y además estaba de inicio adaptado para su uso militar.
Santana Aníbal preparado para ser lanzado en Paracaídas. Foto AutoBild
Santana Aníbal preparado para ser lanzado en Paracaídas. Foto AutoBild
Sin embargo, en Santana Motor se apresuraron para añadir al Aníbal todo lo necesario: antenas, soporte para armas pesadas, etc, mientras preparaban una oferta que sabían debía ser inferior a la Urovesa. Lo consiguieron al asegurar que podían fabricar los vehículos casi 3.000 euros más baratos, aunque a 26.384 euros la unidad, tampoco es que parezcan baratos.
Pero la verdadera ventaja de la empresa de Linares no era técnica, ni económica, sino política. Por entonces, la Xunta de Galicia estaba presidida por Manuel Fraga, mientras que la Junta de Andalucía estaba encabezada por Manuel Chaves y, casualmente, al frente del Ministerio de Defensa estaba otro de los barones del PSOE desde los años 90: José Bono. En aquella época, el rumor era que había llamadas cada día desde Sevilla a Madrid para preguntar por 'el asunto'.
"Que las Fuerzas Armadas tengan este vehículo puede ser un buen acicate para que otros países puedan contratar el Aníbal. No es producto de la casualidad, sino del esfuerzo tecnológico y profesional que se ha hecho desde la empresa", aseguró en Jaén el presidente andaluz al anunciar la elección del Santana Aníbal.
Así, llegamos a 2005, un año en el que, casualmente, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero decidió crear la UME, Unidad Militar de Emergencias del Ejército Español con sede en Torrejón de Ardoz y que para 2008 debía tener 4.000 integrantes entre oficiales y tropa. Entre los vehículos de los que se dotó a la UME desde el inicio había 225 unidades del Santana Aníbal.
Los años siguientes dejarían en evidencia que la decisión no fue la acertada. Y no solo por por la larga lista de deficiencias de los Aníbal que Santana iba entregando al Ejército y que provocaron la publicación de informes técnicos desfavorables que indicaban problemas tan llamativos con fallos en los travesaños, ganchos desviados, fatiga en los bulones que sujetan.
las ballestas y un largo etcétera que en muchos casos afectaba a la seguridad de los ocupantes.
Mientras los contratos se extendían y el Ejército se hacía con una cifra de Aníbal mucho más alta de la prevista -hoy quedan algo menos de 1.000 unidades operativas-, se hacía evidente que además de un coche peligroso para circular, su elección no se hizo con arreglo a criterios militares ya que no disponía, por ejemplo, de ningún tipo de blindaje.
Los accidentes con el Santana Aníbal no tardaron en empezar a sucederse, accidentes que, no hay más que hacer una búsqueda en Google, todavía siguen sufriendo a día de hoy los miembros de las Fuerzas Armadas al volante de este coche. Por desgracia, pronto hubo también que lamentar fallecimientos: dos soldados que estaban desplegados en Kosovo y cuyo Santana Aníbal volcó empotrándose contra una gasolinera que se incendió en 2008.

El Aníbal, coche de la UME

Sin embargo, en Santana Motor ya no estaban ni para hacer frente a los pedidos, ni para remediar los problemas técnicos que sufría el Aníbal del Ejército. Por entonces, el Confidencial llego a publicar que algunas de las reparaciones se llevaban a cabo con pegamento y quien escribe, que ha seguido la historia del Aníbal desde su inicio, jamás ha conocido un militar que hablara bien de este vehículo. "Se rompen cada 5.000 km", es casi lo mejor que he escuchado de él.
La situación llegó a tal punto que, en octubre de 2008, el Ejército decidió inmobilizar toda su flota de Santana Aníbal y repatriar a los vehículos desplegados en el extranjero. Los que tenía en España solo se podían usar dentro de las bases y a una velocidad máxima de 20 km/h. Sin embargo, Defensa sigue hoy gastando millones de euros al año solo en los recambios que necesita este coche.
A pesar del fiasco del Santana Aníbal de la UME y otros cuerpos del ejército, el modelo no fue un completo fracaso, pues se estuvo montando hasta el año 2011 y se comercializó fuera de España bajo el nombre Santana PS10 o como el Iveco Masiff, aunque con una carrocería diseñada por Italdesign.
Y por si crees que la historia triste del Santana Aníbal es cosa del pasado o de la era Zapatero-Bono, por desgracia no es así, otras convocatorias de material para el Ejército Español no están exentas de polémicas, como sucedió hace cinco años bajo la administración de Rajoy con el blindado que se adjudicó al consorcio Santa Bárbara-Iveco y que las suspicacias entre las empresas rivales como reflejó entonces el diario Expansión.

lunes, 1 de junio de 2020

La Isósceles Moderna. The Modern Isosceles

Autor: Ron Avery
Fuente: El Blog de Tiro Táctico
Traducido: Jorge Tierno Rey
Creo que todo profesional debe tener la inquietud por conocer tanto las tácticas, técnicas y procedimientos (TTPs) de hoy día, como las de ayer y las de mañana, así como su verdadero origen y su/s auténtico/s artífice/s. Asimismo, resulta necesario conocer y utilizar la denominación correcta que inicialmente haya recibido cada TTP.
Ron Avery. Foto El Blog de Tiro Táctico
Ron Avery. Foto El Blog de Tiro Táctico
Lamentablemente, no sé si por desconocimiento o por algún tipo de interés personal, existe la extraña tendencia en España de manipular con adjetivos términos de sobra conocidos sin necesidad de desvirtuarlos con adjetivos que no hacen más que confundir sobre su auténtico origen.
Tal es el caso de la posición/postura de tiro Isósceles Moderna, que también puede encontrarse bajo la denominación Isósceles Modificada, sin más adjetivos innecesarios. El único motivo por el que se añade moderna o modificada a la isósceles original es precisamente para distinguir una de la otra, por no ser la misma posición/postura de tiro.
Hace algún tiempo me encontré un antiguo artículo del difunto maestro Ron Avery en la revista American Handgunner que precisamente detalla las características, ventajas, origen y artífices de la Isósceles Moderna y que puedes leer a continuación. Espero que este grandioso artículo sirva para arrojar luz sobre la verdadera historia de esta posición/postura.
La posición/postura Weaver está, y no te escandalices, obsoleta. Ninguno de los mejores tiradores de competición la utilizan y muchas policías ya no practican la anticuada técnica de Cooper. Hoy día el no va más es… La Isósceles Moderna.
Existe una gran controversia respecto al mismo tópico de siempre de las posiciones/posturas de tiro táctico con pistola. Algunos estilistas reivindican que la posición/postura Weaver es la mejor posición/postura para el «combate con pistola», por ofrecer un mayor control de la pistola y por ladear el torso para presentar un blanco más pequeño. Otros reivindican que la posición/postura Isósceles se está utilizando con más éxito en combates reales a distancias cortas.
Tras haber estado implicado la mayor parte de mi vida adulta con las pistolas como oficial de policía, profesor de tiro y tirador profesional, esta cuestión es de especial importancia para mi. Lo que me interesa es determinar qué posición/postura proporciona el mejor control en general, bajo presión (estrés), utilizando una pistola estándar sin el beneficio de compensadores, frenos de boca u otros artilugios.
Antes de empezar con nuestra comparativa de las posiciones/posturas y las diversas variantes de cada una, resulta conveniente hablar un poco de historia para establecer la secuencia de su desarrollo.
A mediados de los años 70 Jeff Cooper ayudó a fundar la International Practical Shooting Confederation (IPSC). Todos sus tiradores utilizaban pistolas, munición y fundas de cuero que fueran consideradas aptas para su uso defensivo. Las competiciones eran de estilo libre y a los tiradores se les permitía solucionar los problemas de tiro tan rápida y precisamente como pudieran. Cooper utilizó el deporte de la IPSC como un campo de pruebas para evaluar técnica, equipo y, en menor medida, mentalidad.
Anteriormente, Cooper practicaba con un grupo de tiradores en Big Bear, California, entre los que se encontraba Jack Weaver, un policía local (deputy sheriff), que desarrolló un empuñe a dos manos que aprovecha la tensión isométrica como la base para controlar el retroceso y permite realizar disparos sucesivos más rápidos. Weaver lograba disparar bastante bien con su técnica -mucho mejor que los que se dedicaban a disparar con una sola mano- así que su posición/postura pronto se convirtió en la que otros emulaban.
Cooper contribuyó a cuantificar los elementos de la posición/postura Weaver además de otros principios y los utilizó para constituir la base de su mundialmente conocido centro de formación, Gunsite.
Es importante comprender que la posición/postura Weaver fue desarrollada en competición entre los tiradores profesionales en un entorno estructurado. Como uno de los más o menos métodos científicos de evaluación del tirador en Gunsite la posición/postura Weaver también se hizo popular en la competición IPSC.
La Isósceles Moderna funciona mucho mejor que la Weaver en el fuego en movimiento.
La Isósceles Moderna funciona mucho mejor que la Weaver en el fuego en movimiento
En base a mi experiencia en el campo de las artes marciales, nunca fui partidario del uso de artilugios en pistolas para defensa. Por lo general se creía que era el uso de compensadores y el relativamente suave cartucho del 38 [1] Super lo que permitía a los mejores tiradores utilizar con éxito la posición/postura Isósceles.
Los artistas marciales sabían que la posición/postura Isósceles no funcionaría con una “auténtica” pistola en calibre .45 ACP. Yo mismo me permití ser influenciado por esa creencia y continué disparando en posición/postura Weaver durante varios años más.
En 1984 participé en mi primer IPSC Nacional, donde pude ver a Leatham y Enos en competición. Simplemente estaban la cabeza y los hombros por delante de cualquier otro tirador de la competición.
Los artistas marciales solemos dejarnos influenciar por una gran variedad de técnicas defensivas y de este modo he podido comprobar que aquellas personas que tengan la capacidad para aprender de diferentes estilos lograrán desarrollar sus habilidades en mayor medida. Aquellos que permanecen anclados en sus propias creencias tienden a estancarse y quedar anticuados u obsoletos. Al observar a estos dos grandes tiradores en acción me dí perfecta cuenta que eran algo más que simplemente compensadores y «cargas débiles» lo que permitía a estos tipos disparar tan rápido y con tanta precisión.
El autor demuestra la forma correcta: el peso está adelantado; arma de fuego, ojos y línea central del cuerpo están prácticamente en el mismo plano. ©Thomas G. Spector.
El autor demuestra la forma correcta: el peso está adelantado; arma de fuego, ojos y línea central del cuerpo están prácticamente en el mismo plano. ©Thomas G. Spector

MÉTODO DE PRUEBA

Creí que la metodología de prueba empleada por Cooper -evaluar la técnica en un entorno controlado además de valerse de la observación, la experiencia personal y las entrevistas con aquellos implicados en situaciones de fuerza letal- todavía era un concepto válido así que dirigí mi investigación en base a esas líneas.
Empecé realizando algunas preguntas. Leatham y otros tiradores punteros fueron muy abiertos y amables. Aprendí todo lo que pude y entonces me dediqué a tratar de poner en práctica todo lo que había aprendido. A finales de 1987 decidí aprender la posición/postura Isósceles y evaluarla minuciosamente frente a la posición/postura Weaver.
En la primavera de 1988 asistí a una clase impartida por Leatham. Durante el verano del 88 estuve en la academia Gunsite para aprender directamente de Cooper y su cuadro de profesores.
Me pasé los dos años siguientes investigando sobre las diversas técnicas que había aprendido. Comparé ambas posiciones/posturas entre sí, una frente a otra. Analicé los tiempos de extracción del arma, el tiempo entre disparos sucesivos, la dispersión de los disparos, el tiempo de recarga, el tiempo entre blancos y la precisión bajo estrés. Realicé aproximadamente entre 60.000 y 70.000 disparos durante ese período de dos años.
Participé en numerosas competiciones, entrevisté a tantos grandes tiradores como pude y estudié la biomecánica humana, las reacciones ante el estrés, la teoría del aprendizaje del control motor y la conducta motora, además de pasar innumerables horas en el campo de tiro analizando los principios básicos que se encuentran detrás de las posiciones/posturas Isósceles y Weaver. Este trabajo de investigación junto con mis propias experiencias en la calle como agente de policía me convencieron que la Isósceles Moderna ofrece un control superior a la posición/postura Weaver.

LA POSTURA/POSICIÓN GANADORA

Echemos un vistazo a la Isósceles Moderna y veamos qué tiene que ofrecernos. Los músculos y los tendones de ambos antebrazos, las articulaciones del codo, las muñecas y las manos adoptan una contracción estática entre media y firme, en función de la cantidad de retroceso. El resto del cuerpo se encuentra más o menos relajado, según preferencia personal de cada tirador.
Fíjate en la flexión del codo y la posición de la mano. La cabeza está ligeramente estirada hacia delante. ©Thomas G. Spector.
Fíjate en la flexión del codo y la posición de la mano. La cabeza está ligeramente estirada hacia delante. ©Thomas G. Spector
Ambos brazos se apuntalan tras la pistola con los codos extendidos de forma natural. Esto proporciona dos puntos para pivotar en ambos hombros. Los hombros están relajados y en una posición baja. El arma se sitúa centrada y próxima a la línea media del cuerpo. El retroceso es absorbido pasivamente por el cuerpo a través de ambos brazos.
El eje del retroceso prácticamente coincide sobre la línea central del cuerpo. Generalmente el torso se encuentra más escuadrado hacia el blanco que en la Weaver, aunque la separación de los pies es una cuestión personal de cada tirador. La estabilidad se consigue desplazando el centro de gravedad hacia delante y manteniendo las manos casi a la misma altura que los hombros para evitar que los brazos puedan pivotar hacia arriba con el retroceso.
En cuanto al empuñe del arma, la horquilla [2] de la mano de apoyo se coloca muy próxima al eje del cañón, lo cual disminuye la palanca que ejerce el retroceso del arma situando además los tendones de la mano y la muñeca de apoyo en una línea recta. Esta disposición constituye un empuñe biomecánicamente más fuerte con ambas muñecas.

LA POSICIÓN/POSTURA WEAVER

Los principios básicos de la posición/postura Weaver son los siguientes:
  • La contracción isométrica por la que se empuja con el brazo fuerte y se tira con el brazo débil contrarresta el retroceso.
  • El codo del brazo débil se flexiona hacia abajo para controlar la elevación de la boca de fuego.
  • El cuerpo se encuentra más o menos ladeado hacia el blanco.
  • El tirador permanece en una postura erguida, con la cabeza recta o inclinada hacia un lado según preferencia personal del tirador.
Aunque realmente no es un elemento de la posición/postura, Cooper popularizó el empuñe pulgar-sobre-pulgar para evitar que pudiera activarse involuntariamente el seguro de aleta de una 1911. Este empuñe lleva la horquilla de la mano de apoyo bastante por debajo del eje del retroceso.
Durante mi investigación sobre el empleo de la posición/postura Weaver descubrí que cuando se dispara bajo diferentes cargas de estrés la cantidad de tensión isométrica varía. Esto pude comprobarlo tanto en competición como durante ejercicios tácticos de adiestramiento y en enfrentamientos reales en la calle cuando actuaba como policía.
La posición correcta de la mano respecto al eje del cañón. ©Thomas G. Spector.
La posición correcta de la mano respecto al eje del cañón. ©Thomas G. Spector
Cuando se aplica la cantidad correcta de tensión isométrica la posición/postura Weaver resulta muy efectiva para controlar el arma. Sin embargo, si los acontecimientos distraen tu atención existe una tendencia a relajar la tensión isométrica o a exagerarla, lo cual influye directamente en la colocación de los disparos y en la dispersión de los mismos.
Otro factor a tener en cuenta a la hora de evaluar la posición/postura Weaver es la extensión «correcta» del brazo fuerte y cuánto es necesario doblar, o angular, el brazo de apoyo para proporcionar un control óptimo del retroceso. Ray Chapman tuvo mucho éxito con su brazo fuerte casi tan recto como la culata de un fusil mientras que Ross Seyfried disparaba con un estilo de brazo radicalmente flexionado. Ambos ganaron el Campeonato del Mundo IPSC.
Cuando disparaba a gran velocidad, tal como al realizar dos disparos en menos de un segundo partiendo con el arma en su funda pistolera, descubrí que yo mismo «congelaba» mi brazo flexionado en su sitio con una contracción estática en lugar de tirar hacia atrás. Incluso aunque mi codo de apoyo estaba flexionado realmente sólo estaba ejerciendo una contracción estática.
Con la Weaver clásica el eje del retroceso discurre en su mayor parte a través del brazo fuerte, en el lado derecho del cuerpo (en el caso de un tirador diestro). Esto puede ocasionar que el cuerpo se gire ligeramente con el retroceso, lo que provoca la dispersión lateral de los disparos, si el tirador no está correctamente apoyado.
Además, con un único punto para pivotar en el hombro fuerte -el brazo débil sólo contribuye a aplicar tensión sobre el brazo fuerte- el arma puede desplazarse en un movimiento circular si no se mantiene una tensión suficientemente fuerte.
Cuando se dispara en Isósceles Moderna existen dos puntos para pivotar. Pero lo que resulta más importante sobre este aspecto es que ambos brazos se apuntalan tras la pistola. El brazo fuerte sujeta el arma desde el lado fuerte mientras el brazo débil lo hace desde el otro lado. Esto ayuda a evitar que el arma se desplace a izquierda y derecha cuando se dispara a altas velocidades.

CONTROL DEL RETROCESO

¿Qué impide que los brazos se levanten con el retroceso tal y como lo hacían en los primeros tiempos de la Isósceles? Para responder a esta pregunta debemos analizar detenidamente la biomecánica de la posición/postura.
El tronco, con los codos flexionados y los hombros arqueados, absorbe el retroceso. ©Thomas G. Spector.
El tronco, con los codos flexionados y los hombros arqueados, absorbe el retroceso. ©Thomas G. Spector
La posición/postura Isósceles fue promulgada por el FBI y otras agencias en la era pre-Weaver. Esta técnica mantenía al tirador agachado con la espalda recta, la cabeza erguida, los brazos totalmente estirados y el peso neutralmente centrado o incluso ligeramente apoyado atrás sobre los talones.
Con ello el peso del cuerpo se situaba por detrás del centro de gravedad y obligaba a levantar las manos por encima de los hombros, formando un ángulo ascendente con los brazos. Al disparar desde esta posición el cuerpo se balancea hacia atrás con el retroceso y los brazos pivotan hacia arriba sobre los hombros.
Con la Isósceles Moderna el centro de gravedad se desplaza hacia delante, hacia las punteras de los pies [eminencia metatarsiana]. El tronco está ligeramente inclinado hacia delante. Los brazos se mantienen a la altura de los hombros. Ambas muñecas están fijas y la muñeca y el pulgar de la mano de apoyo se mantienen en línea recta, lo que supone un empuñe muy fuerte que cuando se adopta contribuye a controlar de forma muy eficaz el salto de la boca de fuego.
De esta forma al disparar el arma los brazos se mueven hacia dentro y hacia fuera como un pistón en lugar de subir y bajar.
Relajar los hombros ayuda a absorber el retroceso de forma más eficaz. Se permite que los codos adopten una extensión más natural para mejorar aún más la absorción del retroceso y reducir la elevación de la boca de fuego. La cabeza se desplaza hacia delante para obtener una visión más clara de la relación entre los elementos de puntería y el blanco además de adelantar el centro de gravedad.
Estas sutiles diferencias con la Isósceles que dan lugar a la Isósceles Moderna permiten al tirador relajarse en mayor medida tras la pistola y concentrarse en disparar sin tener que preocuparse por mantener la tensión activa en tal posición/postura. Asimismo ambos lados del cuerpo hacen lo mismo y la simetría resultante es más fácil de asumir, especialmente bajo estrés.
Pero el trasfondo de la cuestión es el rendimiento. Al disminuir la tensión del cuerpo el tirador puede ejecutar todos sus movimientos con mayor finura y velocidad. Esto va de la mano con los principios básicos modernos del aprendizaje motor y la psicología del deporte, que hacen especial hincapié en la relajación para lograr una mejor ejecución y rendimiento.
Al situar la pistola sobre la línea central del cuerpo, con el eje del retroceso atravesando la línea central, se mantiene el arma centrada sobre el blanco con menor dispersión horizontal entre disparos.
Con la Isósceles Moderna el tiempo de recuperación entre disparos y la elevación de la boca de fuego son indudablemente menores. Yo esto se lo atribuyo a la activa participación de los brazos y el peso del cuerpo en la absorción del retroceso junto con un empuñe mejorado del arma.
La Isósceles Moderna, cuando se adopta correctamente, resulta tan eficiente en la recuperación tras cada disparo que ha dejado obsoletos algunos de los conceptos utilizados en los primeros tiempos de la IPSC. Uno de tales conceptos es lo que Jeff Cooper llamó «martillo» [hammer] [3], en el que el tirador toma una única imagen de los elementos de puntería y realiza dos disparos sobre el blanco a corta distancia.
Literalmente, con la Isósceles Moderna no es posible que pierdas de vista tu punto de mira a distancias cortas. Apenas se despegará del alza, podrás seguirlo mientras se desplaza la corredera y lo tendrás a la vista para realizar el segundo disparo. Estoy hablando de tiempos menores de 0’12 segundos entre disparos.
A distancias más largas esta rápida recuperación, junto con una menor dispersión lateral y vertical, implica que el tirador puede batir blancos con mayor velocidad y precisión.

«LADEADO» HACIA EL BLANCO

Algunos de sus partidarios reivindican que la posición/postura Weaver resulta más práctica porque el cuerpo está ladeado, reduciendo el frente que presentas como posible blanco a la amenaza. En otras palabras, ¿es mejor que te disparen a través de ambos pulmones o sólo uno? Se le han dado muchas vueltas a esta polémica desde que empezaron los duelos y a día de hoy no ha recibido una respuesta satisfactoria.
¿Y qué pasa si llevas blindaje personal? Al ladear el torso en la posición/postura Weaver se expone la zona de la axila. La Isósceles Moderna presenta todo el blindaje personal frente a la amenaza.
Yo ladeo mi cuerpo cuando me enfrento a una persona potencialmente hostil a dos o tres metros para proteger mi arma en la funda. Pero cuando te encuentras a 5, 10 o 20 metros ladear el cuerpo no resulta tan importante como adoptar una posición/postura con un punto natural de puntería [natural point of aim] que te permita batir el blanco con mayor velocidad y precisión.
Estoy de acuerdo con el antiguo pistolera de la policía fronteriza [Border Patrol] Bill Jordan, que en su libro No Second Place Winner [No hay ganador para el segundo puesto] incluía como leyenda de una foto «La rapidez de la posición/postura erguida podría evitar que presentes cualquier tipo de blanco». Amén.
Demasiados instructores modernos le han dado la espalda a la Isósceles Moderna. En mi opinión no entienden realmente cómo funciona así que o eligen ignorarla o calificarla como técnica “de juego”. Escuchar este tipo de conversaciones fue lo que retrasó mis progresos como tirador.
Recuerda que la posición/postura Weaver empezó en competición y más tarde se probó en combate. La Isósceles Moderna empezó en competición y ha demostrado su valía también en combate.
De hecho se han realizado varios estudios en los que policías adiestrados exclusivamente en la técnica Weaver cambiaban a la Isósceles Moderna en combate y en ejercicios de adiestramiento. Aunque los datos están lejos de estar completos resultan interesantes y no deberían descartarse o ignorarse.
Yo continúo probando y evaluando las técnicas Weaver e Isósceles Moderna en mi escuela de tiro con los alumnos y comparo sus calificaciones antes y después de progresar. Aunque existen otro avances de la técnica, tales como emplear la vista de forma más eficaz y técnicas de acondicionamiento mental, casi todos los tiradores sin excepción lo hacen mejor con la Isósceles Moderna.
¿Quiere esto decir que la posición/postura Weaver está muerta? ¡Rotundamente no! Existe un elevado número de tiradores que se han adiestrado con la Weaver y simplemente la prefieren por varias razones.
Puedes mejorar considerablemente la posición/postura Weaver desplazando un poco hacia delante el centro de gravedad y llevando los brazos más a la línea central del cuerpo. Esto ayudará en la recuperación y disminuirá la dispersión.
Sin embargo, por puro rendimiento, la Isósceles Moderna es difícil de batir. Muchas de las unidades militares de élite, personal de equipos de rescate de rehenes [HRT], policías, equipos de respuesta especial [SRT] y ciudadanos interesados en la autodefensa están adoptando la Isósceles Moderna.
En un combate la mentalidad continúa siendo el elemento más importante. Pero, asumiendo que dispones de una mentalidad de combate, la Isósceles Moderna tiene un innegable valor y constituye la posición/postura elegida por los mejores tiradores profesionales del mundo.
El difunto Ron Avery fue el presidente y director de la escuela de tiro con armas de fuego The Practical Shooting Academy., que actualmente se llama Tactical Performance Center. Empezó su entrenamiento con las armas de fuego a los 5 años con su padre y no paró desde entonces. Ron fue tanto Ayudante del Sheriff como Oficial de Policía en el ámbito rural y municipal, desde el frío ártico de Alaska hasta las llanuras y montañas de Colorado. A lo largo de su carrera como policía realizó numerosos cursos de adiestramiento con armas de fuego y sobre tácticas defensivas entre los que se incluye el curso de policía instructor de la NRA, como mejor alumno del mismo, además de los cursos 250 y 499 de la Gunsite Academy y los de Thunder Ranch, además del adiestramiento como SWAT y otros cursos. Los últimos 40 años de su vida se mantuvo entre los mejores del mundo, ganando múltiples títulos. Gracias a su bagaje como tirador e instructor Ron desarrolló avanzados programas, metodologías y técnicas de entrenamiento con armas de fuego. Se pasó los últimos 40 años de su vida formando policías, militares y civiles en el tiro con fusil, pistola y escopeta, además de tácticas defensivas.
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[1] NOTA DEL TRADUCTOR: El .38 Super o .38 Super Automatic (denominación de la CIP) fue diseñado por Colt en 1929 como un cartucho igual en dimensiones pero de mayor presión que el .38 ACP o .38 Auto. Sus dimensiones y potencia son muy similares al español 9 Largo (9×23 mm.)
[2] NOTA DEL TRADUCTOR: Espacio comprendido entre el dedo índice y el pulgar de la mano. La mayor diferencia entre la Weaver y la Isósceles Moderna consiste en el uso activo de la tensión isométrica (empujar/tirar) para controlar el retroceso. En su lugar la Isósceles Moderna confía en una contracción estática de las manos, los brazos y las muñecas, que pasivamente absorben el retroceso junto con el cuerpo.
[3] NOTA DEL TRADUCTOR: No confundir el martillo [hammer] con el doble golpe [double tap], el Mozambique o la respuesta no estándar [Non Standard Response]. Todos ellos son conceptos diferentes en mayor o menor medida que no parecen haberse tratado en España por ningún autor debido al profundo desconocimiento del auténtico arte marcial del combate con armas de fuego. Aparentemente en España sólo se practica el “doble golpe” sin definir correctamente el concepto y uso indicado del mismo.