jueves, 26 de marzo de 2020

El Regimiento América 66 recuerda a un héroe de Ifni. Luis de Gastearena

Autor: HERRERO ANDREU, Antonio: La Guerra de Ifni-Sáhara 1957/58. El Regimiento América 66 recuerda a un héroe de Ifni
Fuente: Diario el Faro Ceuta. Edición del 23/01/2020

El Regimiento América 66 recuerda a un héroe de Ifni

Placa en recuerdo de Luis Gastearena
Placa en recuerdo de Luis Gastearena. Foto El Faro Ceuta
Si hay alguna institución donde se recuerda y rinde homenaje a sus héroes, esa es siempre el ejército, donde lo mismo se recuerda a un general que al simple soldado, ya que el heroísmo no conoce categorías. Lo mismo con los que están presentes, como los que un día entregaron sus vidas a la patria, donde con gran razón la cita de un filósofo es más que elocuente: «los muertos no mueren nunca si alguien los recuerda».
Mitad monje mitad soldado
Luis de Gastearena Larrea había nacido en Navarra, y como hijo de esa bendita tierra, era como todos ellos, sinceros, rudos y religiosos y sobre todo amantes de las tradiciones, cuna de hombres celebres como Arrieta, Sarasate, Gayarre, García Barberán, San Martin, Azpilicueta, Leiva, Ramón y Cajal, Espoz y Mina y Eslava entre otros.
Finalizada la contienda de 1936, Luis de Gastearena lucía sobre su pecho la Medalla Militar Individual, luciendo en su bocamanga los galones de sargento de Infantería. Hombre aventurero, dejó el ejército para trasladarse a Ifni. Por razón de nacimiento, Luis de Gastearena era todo un caballero y allí en el poblado de Tagragra montó un pequeño negocio de comestibles y otros productos de primera necesidad. Productos que la mayor parte los regalaba a los ifneños y en especial a los pequeños. Como él decía era una pobre gente que lo que tenían era pura necesidad. Como enamorado de África, su mano era pródiga en caridad cristiana. Su nombre era popular en el territorio donde los baamaranis lo llamaban el ‘sahabi’, el amigo, algo que se había ganado con su ejemplo, haciendo siempre el bien y dispuesto a ayudar a los humildes y ayudar a los que tenían en sus cuerpos el dolor. Por dicha razón, Luis de Gastearena era mitad monje mitad soldado.
Allí donde estuviese sobre su pecho con orgullo lucia su Medalla Militar Individual, conseguida por su heroísmo. Para poder lucir esta preciada condecoración sobre el pecho tiene que haber una propuesta y un juicio contradictorio y si reúne los méritos el propuesto, podrá lucir tan alta condecoración.
Luis de Gastearena como buen navarro, hacía gala con su comportamiento de una honradez sin tacha, simpático y conocido en todo Ifni. Y así lo reconoció un prestigioso periodista, Ramiro Santamaría Quesada, que cubrió la información de aquella campaña desde el principio así lo transmitía en una de sus crónicas: «tras el ataque del 23 de noviembre de 1957 en el puesto de Tagagra lo hicieron prisionero a este navarro por parte de los Rebeldes. Amarrando sus manos con cuerdas lo llevaron hasta el puesto de Tagagra para que le abrieran sus puertas, a lo que él se negó. Se lo llevaron hasta donde él tenía su negocio, le dispararon dos tiros en la cabeza y le sacaron los ojos. Este fue su último servicio a España, ofreciendo su vida para que sus compañeros de Tagagra se salvaran hasta ser liberados».

Ese gran tesoro del compañerismo militar

Luis Gastearena
Luis Gastearena. Foto El Faro Ceuta
El compañerismo consiste en socorrer al camarada que necesita nuestra ayuda en todo aquello que sea honroso y legal, y también compartir con él penalidades y sacrificios. Es también compartir riesgos y sacrificios, y correr riesgos por ayudar al compañero en peligro, compartir el pan y el agua, alegrarse del progreso de los demás cuando este progreso es consecuencia de sus méritos, es imitar en vez de sentir envidia hacia el que trabaja y vale más que nosotros. Progreso que en el ejército brilla con luz propia y más viva que en otras colectividades.
Esto viene a colación por el magnífico detalle del general-jefe de Estado Mayor del Mando de Canarias, Fernando Maté Sánchez.
Le sugerí a dicho general buen amigo si podía interceder para conseguir una foto de la calle que existe en el acuartelamiento del Regimiento América 66 con el nombre de sargento Luis de Gastearena Larrea, con el fin de publicar un artículo que recordase a este héroe de la Guerra de Ifni. Su gestión en menos de 24 horas hizo posible que dicha foto ilustre este artículo en recuerdo a este héroe de la Guerra de Ifni, que entregó su vida para que los defensores de Tagagra se salvasen hasta ser liberados.
Hoy, después de más de 60 años, al navarro Luis de Gastearena Larrea se le recuerda en el acuartelamiento del Regimiento América 66 de Pamplona en Aizoáin en una calle en la que figura una placa que así dice: «calle sargento Luis de Gastearena Larrea, recompensado con la Medalla Militar Individual por lograr municionar su unidad bajo intenso fuego de ametralladora y artillería. Asesinado por moros del Ejército de Liberación Marroquí en Ifni en el año 1957».
La muerte de Luis de Gastearena Larrea es el fiel reflejo de lo escribió este intelectual: “la muerte es terrible para aquellos que con la vida lo pierden todo, no para aquellos cuya grata memoria no puede morir nunca”, Cicerón, orador y literato romano.
Sobre esta guerra y sus hechos tal y como escribió mi buen amigo, el general de Infantería Vicente Bataller Alventosa: «sobre la Guerra de Ifni se ha hablado muy poco y a menudo sin suficiente rigor histórico».
Tienda Luis Gastearena
Tienda Luis Gastearena. Foto J.C. Caraballo







sábado, 21 de marzo de 2020

Manuel Jorques, servidor, patriota y amigo

Amigo Manuel. Nunca te olvidaré

El 20 de febrero de 2020 falleció Manuel Jorques Ortiz. Sin duda alguna, puedo decir que partió un soldado y servidor a España de los que ya no abundan. 
Manuel Jorques Ortiz
Manuel Jorques Ortiz
Mi primer contacto con Manuel fue cuando empecé a estudiar la historia de Ifni. Me puse en contacto con él para comprarle uno de sus libros «Historias Secretas de Ifni. (Hablan los Soldados)» y no solo me mandó este fabuloso libro, sino que me regaló otra de sus obras en soporte digital «Ifni 1961-1962, Memorias de un soldado» donde explica su paso por Ifni durante el servicio militar.
Manuel Jorques Ortiz
Manuel Jorques Ortiz
A partir de ahí, establecimos una cordial comunicación por correo electrónico en la cual respondía amablemente todas mis dudas y, poco a poco fue germinando algo que se convertiría en más que una gran amistad, un vinculo de hermanos que, sin duda fue muy enriquecedor tanto para mi esposa Sandra como para mi.
Posterior a esto, quedé con él para conocernos en persona y asistir a una conferencia de su amigo y ex combatiente de la Guerra de Ifni, Adolfo Cano Ruiz, persona que se convertiría en un buen amigo mío y a cuyo sepelio acudiríamos juntos Manuel y yo.
Manuel Jorques, Adolfo Cano, J.C. y Susana
Manuel Jorques, Adolfo Cano, J.C. y Susana
Tras esto, mi trabajo me llevó a la ciudad de Alicante, donde pude compartir momentos inolvidables junto al que era mi hermano mayor Manuel (conferencias, charlas...). También mi esposa y yo degustamos en varias ocasiones los manjares Alicantinos junto a Manuel y su esposa Fina.
La última vez que nos vimos, paseamos sosegadamente agarrados del brazo y charlando alegremente camino de una conferencia del Gral. Bataller.
Conversar con Manuel era aprender sin parar, pues sin duda, a día de hoy no he conocido a una persona más culta y modesta al mismo tiempo.
Manuel, sin duda dejas en nuestra vida un vacío difícil de llenar, que siempre será recordado con cariño y la admiración que mereces. No te olvidaremos.
Manuel Jorques Ortiz      ¡Con Nosotros! (Grito Paracaidista)
Sepelio de Manuel
Sepelio de Manuel. Foto Mª Jose Jorques

Requiescat in Pace.