jueves, 19 de enero de 2017

UTILIZAR ELEMENTOS DE PUNTERÍA EN UN COMBATE CON ARMAS DE FUEGO

Autor: Jorge Tierno Rey
Fotos: Revista Tactical Online, marzo 2015
Fuentes: El Blog de Tiro Táctico; Revista Tactical Online

¿Realmente puedes utilizar tus elementos de puntería en un combate con armas de fuego? ¿Deberías si puedes? Dr. Bill Lewinski. Force Science Institute.

La traducción y publicación de este artículo cuenta con la autorización de Scott Buhrmaster, vicepresidente del Instituto Ciencia de la Fuerza [Force Science Institute Ltd.].
Ciencia de la Fuerza [Force Science] consiste en la investigación y aplicación de procesos y principios científicos imparciales para determinar la verdadera naturaleza del comportamiento humano en enfrentamientos con alto estrés y fuerza letal. Los innovadores estudios de Ciencia de la Fuerza [Force Science] abordan problemas reales que los policías se encuentran en la calle y se documentan meticulosamente.
Hace poco un lector nos remitió la siguiente consulta:
Se dice que el estrés dificulta el enfoque de la vista, lo que hace imposible utilizar tus elementos de puntería durante un enfrentamiento en el que tu vida corra peligro. Sin embargo, algunas personas que se han visto envueltas en enfrentamientos armados reales afirman que utilizaron sus elementos de puntería. ¿Se puede apuntar y utilizar los elementos de puntería bajo estrés si se dispone del entrenamiento adecuado?
Tirador arma corta
Tactical Online
El Dr. Bill Lewinski, director ejecutivo del Instituto Ciencia de la Fuerza [Force Science Institute Ltd.], responde:
En una situación de pánico, en la que un policía se ve sorprendido por una amenaza y quizás anulado por la emoción, puede que no sea capaz de responder con suficiente control para obtener una imagen de los elementos de puntería en la fracción de segundo disponible. Bajo estrés se producen cambios en el ojo que pueden hacer más difícil la puntería, pero con el entrenamiento correcto eso puede superarse. Nuestras investigaciones con equipos que permiten seguir el movimiento de los ojos demuestran que se puede conseguir el tiro apuntado incluso bajo estrés intenso.
La clave radica en una combinación de dos elementos fundamentales: 1) tu capacidad innata para adquirir e implementar las habilidades técnicas del manejo eficaz de un arma, y 2) el tipo y la calidad de la instrucción que constituye el entrenamiento «correcto» para dominar el combate con armas de fuego.
En los EE.UU., muchas Policías entrenan a sus policías únicamente hasta el mínimo nivel exigido por los estándares estatales, lo cual resulta inadecuado para lograr un alto grado de competencia. El grueso de su entrenamiento suele realizarse en bloques concentrados, tras los que las habilidades psicomotoras aprendidas se deterioran rápidamente, en lugar de a través de refuerzos continuos a intervalos regulares, lo cual tiende a construir y mantener habilidades a lo largo del tiempo. Y, lamentablemente, muchos policías nunca reciben un entrenamiento con armas de fuego de ninguna clase que les permita practicar la percepción, la toma de decisiones, y sus respuestas, a la velocidad de un enfrentamiento armado real.
Todo esto les deja peligrosamente deficientes en muchos de los aspectos propios de un comportamiento adecuado ante una crisis, entre los que se encuentra la adquisición de los elementos de puntería.
Es importante comprender que en un combate con armas de fuego el uso de tus elementos de puntería no siempre resulta necesario o incluso conveniente para colocar los impactos con eficacia. No obstante, si no tomas una imagen de los elementos de puntería a una distancia de 6 metros (20 pies) o más de la amenaza, tu capacidad para disparar con precisión probablemente se vea seriamente afectada. En realidad eso no es muy lejos, en escenarios del mundo real, por ejemplo a lo largo de un pasillo o a través de algunas habitaciones (Tiro a distancia, el mito de la distancia media de enfrentamiento).
Tirador arma corta
Tactical Online
A distancias más cortas que esas, a las que se producen la mayoría de los enfrentamientos armados (¿Qué dicen realmente las estadísticas del FBI sobre los enfrentamientos armados?), intentar utilizar tus elementos de puntería puede llevar demasiado tiempo; para cuando hayas apuntado, tu blanco puede haberse movido. A menos de 6 metros (20 pies), probablemente sea mejor que fijes la mirada sobre tu blanco y rápidamente lleves tu arma al frente para alinearla con esa línea visual, y dispares sin utilizar los elementos de puntería.
Obviamente, hacer esto con éxito requiere una gran cantidad de práctica constante, respondiendo a escenarios de fuerza contra fuerza a varias distancias que se desarrollen con realismo en términos de acción, movimiento y velocidad. Esto te ayudará a aprender a identificar los patrones indicativos de una amenaza incipiente de forma que puedas adelantarte a la curva de reacción.
Con el tiempo aprenderás cómo se despliegan las amenazas y serás capaz de anticipar qué, dónde, cuándo y cómo progresará el «juego». Esto, a su vez, te proporcionará la capacidad para reaccionar automáticamente, sin pensar conscientemente, tanto utilizando como sin utilizar tus elementos de puntería, en función de las circunstancias dinámicas a las que te enfrentes. De hecho, estarás mejor preparado para mantener por delante de la curva de reacción.
Para alcanzar ese nivel de habilidad, prepárate para ir, por tu cuenta, más allá del entrenamiento ofrecido por tu unidad. A decir verdad rara es la Policía que dispone del presupuesto y el tiempo para llevar a sus policías tan lejos como su capacidad natural les permita y elevarlos hasta un auténtico nivel de élite.
Incluso sin gasto alguno, aún puedes fortalecer tus habilidades fundamentales, incluida la adquisición de los elementos de puntería, gracias a ejercicios de tiro en seco. Con las armas modernas puedes disparar en seco literalmente miles de veces sin ningún daño en el arma.
Cuando tu vida está en juego, tu compromiso personal para llegar a ser lo mejor que puedas te parecerá un bajo precio que hay que pagar.

domingo, 1 de enero de 2017

Claves para ser Mejor Tirador

Autor: CARRIÓN GUTIÉRREZ, Juan Ignacio
Fuente: El Blog de Tiro Táctico
Hola a todos
Escribo este artículo sobre la eficiencia porque después de darle muchas vueltas creo que es hora de hablar de las cosas que a mí no se me explicaron nunca y que me he dado cuenta que la gente pone caras raras cuando lo comento en mis sesiones de Tiro. Caras raras que pasan a expresiones de «claro que sí» una vez que explico el porqué de su importancia en la realización de esta actividad motora.
Buscando la palabra eficiencia en el Diccionario de la Lengua Española, se define como la capacidad de disponer de alguien o de algo para conseguir un efecto determinado. Esta definición no refleja muy claramente cuál es el aspecto real de la palabra. Indagando un poco más por ahí, encontré una definición de eficiencia que lo explica mejor: la capacidad de conseguir un objetivo con el menor empleo de recursos posibles. Es por ello que tenemos bombillas eficientes (la misma luz con menor gasto de electricidad), coches eficientes (mismos kilómetros con menor consumo de combustible).
El siguiente paso es diferenciar la eficiencia de la eficacia, porque es muy normal que se confundan. Eficaz es la capacidad de alcanzar un objetivo. Se alcanza o no se alcanza, sin centrarse en los recursos empleados (esfuerzo, tiempo, etc.). Eficiente es alcanzar el objetivo con el menor esfuerzo y recursos empleados.
Empuñe arma corta
El Blog de Tiro Táctico
Entonces, ¿cómo aplicamos estos conceptos al tiro? Supongo que en alguna ocasión habréis leído u oído aquello de Lo Lento es Suave, lo Suave es Rápido [Slow is Smooth, Smooth is Fast], ese es el mantra de la eficiencia. Trabaja despacio (analiza lo que haces, siendo consciente de cada uno de tus movimientos), ve suave (evita movimientos innecesarios) y poco a poco ganarás velocidad.
En la práctica del Tiro (tanto en entrenamiento como en una hipotética acción real) debemos ser eficientes. Este término implica que la cantidad de movimientos empleados para cualquiera de las técnicas que se utilicen debe ser la menor posible. Con la eficiencia viene asociada la velocidad. Pongo un claro ejemplo: Para realizar una recarga de emergencia de una pistola existen varias opciones para cada uno de los pasos en los que se descompone la recarga. Voy a mencionarlos para indicar en cada caso cuál sería la más eficiente.

  • Mirar todo el rato, no mirar o mirar en el momento de embocar. Estar mirando todo el rato la pistola cuando se hace la recarga te hace perder la visión sobre el blanco y lo que está haciendo, con lo cual se pierde una información básica en un momento crucial, y si te matan, la eficiencia se acaba. No mirar la pistola en ningún momento, hace que el momento de insertar el cargador sea un poco «lotería», ¿estará la embocadura ahí o no? Lo más eficiente es mantener la visión sobre el blanco y cambiar un instante la vista al arma justo antes de embocar el cargador.
  • Tener el/los cargadores de pistola de repuesto en el portacargador con las puntas dirigidas hacia atrás o hacia delante. El cargador con las puntas hacia detrás obliga a un giro poco natural de la muñeca si queremos agarrar el cargador por completo con el dedo índice cerca de la punta del primer cartucho. Ese giro hace perder tiempo. Si no se agarra el cargador de esa manera, y por el contrario, solo se agarra de la base del cargador, las probabilidades de que éste baile por su peso al intentar introducirlo en la embocadura aumentan mucho, lo que ralentiza su inserción. La manera más eficiente es llevarlos con las puntas hacia delante y agarrar el cargador por la mitad de su cuerpo con el dedo índice de la mano a la altura del primer cartucho. De esta manera se reduce el giro de la muñeca, se evitan los movimientos del cargador y se inserta con mucha mayor rapidez.
  • Si al extraer el cargador vacío de la pistola, la mano armada puede girarse antes de llegar al «área de trabajo» (unos 30-45 cm. delante de la cara) o girarse en el momento que llega a esa zona. En el primer caso, puede provocar que el cargador no haya caído del todo y se quede medio atascado, lo que obliga al tirador a tener que quitarlo con la otra mano o a agitar la mano armada para que ese cargador caiga. En ambos casos aumenta el tiempo de la recarga.
  • La corredera queda atrás, el tirador se percata de ello y procede a presionar el botón de retenida del cargador. Opciones: dedo gordo de la mano armada o dedo gordo de la mano reactiva. Apretando con el de la mano armada, permite que la mano reactiva abandone antes el empuñamiento de la pistola para ir a buscar el nuevo cargador. Si lo hace con el dedo pulgar de la mano reactiva, pierde tiempo en alcanzar ese cargador nuevo con munición (poco, pero lo pierde).
  • Mantener el brazo armado estirado o recogerlo hasta el «área de trabajo». La primera opción era la que se me enseñó a mí en mis primeros tiempos como tirador y sé de algún instructor por ahí que todavía la enseña. Tener el brazo estirado es incómodo, aleja la embocadura del cargador de la vista del tirador y le obliga a «adivinar» dónde está para introducir el cargador (por no hablar de lo absurdo que es tener un arma sin cartucho en recámara apuntando hacia delante). Llevar el arma al área de trabajo es adoptar una posición mucho más cómoda (sobre todo si se está detrás de un parapeto o desplazándose de un punto a otro), permite que la mano reactiva tarde menos en llegar a la pistola con el cargador nuevo y además permite ver un instante la embocadura en el momento de introducir el cargador.
  • Mantener la pistola a la altura de la barbilla en el «área de trabajo» o bajarla a la cintura. Creo que está claro qué es más eficiente. El arma arriba hace que el movimiento del arma sea solo de adelante a atrás y de ahí hacia delante de nuevo. Si mantenemos el arma arriba, mirar para embocar es solo cuestión de mover los ojos y no bajar la cabeza. La otra manera no.
  • Una de las cuestiones que más controversia genera, tirar de la corredera o apretar la retenida de la corredera. Los defensores de la primera afirman que bajo estrés eres incapaz de utilizar tus habilidades motoras finas para apretar la retenida de la corredera, pero entonces, ¿cómo han apretado la retenida del cargador?, ¿cómo han apretado el disparador?, ¿cómo han introducido el cargador nuevo en la pistola? Es la misma habilidad motora fina una que las otras, la misma, no hay discusión posible sobre eso, por lo tanto ese motivo es irreal. La manera más eficiente de acerrojar la corredera es apretando la retenida de la corredera con el pulgar de la mano reactiva, ya que dicha mano queda prácticamente a la altura necesaria para empuñarla de nuevo. Además de esta manera se soluciona el problema que les pasa a muchos (yo me incluyo) de no alcanzar la retenida con el pulgar de la mano armada. Tampoco es recomendable hacerlo con el pulgar de la mano armada aunque se llegue, puesto que puede provocar que se presione la retenida antes de tiempo, o que se altere el empuñamiento de la pistola al no dar tiempo al pulgar de la mano armada a volver a su posición antes de que llegue la otra mano. En el caso de tirar de la corredera para acerrojar la pistola de nuevo, se pierde un tiempo que oscila entre 0’5 y 1 segundo, puesto que la mano reactiva tiene que ir hacia atrás para luego tener que ir a buscar de nuevo la empuñadura.
Se puede apreciar que para un acto tan corto en el tiempo como es una recarga de emergencia, las opciones son muchas. Está en el tirador el buscar siempre la más eficiente tanto en tiempo como en esfuerzo para hacer que su técnica sea lo más refinada posible. Es la clave que hace que los grandes tiradores lo sean. Cuando uno les analiza tirando, parece que no hacen ningún esfuerzo y que se mueven lentamente. Es cuando se quiere imitar lo que están haciendo cuando te das cuenta que por mucho que se corra, no se consigue el mismo resultado y ahí está el “quid” de la cuestión: no es cuestión de correr, es cuestión de economía de movimientos en cada una de las acciones que se realizan.
¿Cómo se puede conseguir? Hay que hacer un profundo análisis de cada una de las técnicas que se emplean, despacio, siendo conscientes de lo que se hace en cada momento e intentando encontrar la manera de ser más eficiente. Si no sabes cómo, observa a otros. Fíjate en los tiradores de renombre y analiza su técnica. No estudies solo a uno, puesto que nadie es perfecto y en la variedad está la riqueza. Estúdialos a todos y utiliza tu cerebro para determinar cuál es la mejor manera de hacerlo.
En conclusión, busca la economía de movimientos, analiza cada uno de los pasos que realizas en cada una de las técnicas que empleas para el Tiro. Ese es el camino de la excelencia, ese es el camino a la perfección.
Un saludo a todos.

Precauciones de Seguridad con Armas de Fuego

Autor: John Dean Cooper
Fuente: Blog Zona Táctica

Reglas del Coronel Jeff Cooper:

Regla nº 1. Trate todas las armas como si estuvieran siempre cargadas
Regla nº 2. No permita que su arma apunte hacia algo o alguien a quien no quiere disparar
Regla nº 3. Mantenga el dedo alejado del disparador hasta que no haya decidido disparar
Regla nº 4. Identifique siempre su blanco y lo que hay más allá de él
Coronel Jeff Cooper

Coronel Jeff Cooper. Foto Web

Autor: Paul Howe
Fuente: El Blog de Tiro Táctico

Reglas de Paul Howe

  1. La precisión tiene preferencia sobre la velocidad
  2. Velocidad es economía de movimientos
  3. La velocidad viene con la practica (si practicas para ser rápido)
  4. Deja a las miras dictar la velocidad de tiro
  5. Debes aprender qué es una aceptable imagen de las miras y control de disparador para el tiro requerido
  6. Dispara uno de cada vez
  7. Cuando todo falla, alinea las miras… aprieta el disparador
Paul Howe

Paul Howe. El Blog de Tiro Táctico

Autor: José Pimentel García
Fuente: Foro de Seguridad

Reglas de seguridad de José Pimentel García:

  1. Siempre trate cada arma como si estuviera cargada mientras no se haya cerciorado personalmente de lo contrario por haber efectuado el procedimiento de descargar.
  2. Siempre mantenga el arma apuntando en dirección segura o en una dirección donde un disparo accidental no haga daño. 
  3. Nunca apunte con un arma a nada que no quiera destruir
  4. Siempre mantenga su dedo fuera del disparador hasta que esté listo para disparar.
  5. Siempre mantenga descargada el arma hasta que esté listo para dispararla, con cargador fuera y martillo abatido.
  6. Siempre utilice la munición adecuada para su arma en particular.
  7. Siempre conozca su blanco, qué hay detrás de él y más allá.
  8. Siempre use protección para ojos y oídos cuando dispare.
  9. Nunca consuma alcohol, medicamentos o drogas antes o durante el manejo de un arma.
  10. Un arma cargada tiene el potencial de matar. Manejada inteligentemente es segura.
  11. Un accidente es siempre el resultado de no cumplir las reglas de seguridad.
  12. La prevención de accidentes es responsabilidad del usuario.
  13. Antes de manejar y cargar un arma, asegúrese de saber cómo funciona.
  14. Asegúrese de que su arma esté limpia; antes de cargar inspeccione el cañón para estar seguro que está perfectamente limpio y libre de partículas extrañas.
  15. Nunca dispare a superficies planas o al agua.
  16. Evite golpes fuertes o caídas de su arma.
  17. Los dispositivos de seguridad en las armas de fuego son extras y no son substitutos de un manejo seguro.
  18. Durante y después de disparar controle sus emociones.
  19. Durante las sesiones de entrenamiento, si observa un problema de seguridad, debe reportarlo inmediatamente al instructor. 
  20. Cualquiera puede detener un ejercicio si ve un problema de seguridad
Militar Operaciones Especiales Español
Militar Operaciones Especiales Español