domingo, 31 de enero de 2016

NO ERA SUICIDIO: ¡FUE ASESINATO!

Autor: JORQUES ORTIZ, Manuel: 
            Nunca he vuelto a vivir un día tan tenebroso como aquel 31 de Diciembre de 1.969. La mañana, en aquel ancestral Juzgado de Instrucción de Granollers de la plaza de Los Caídos, transcurría plácida, medio festiva, cuando el alcalde de Tagamanent (Valentín Leiro Paz) vino a hacer una asombrosa denuncia: Había escuchado personalmente, en un bar del pueblo, como una vecina  (con varias copas de más) relataba que la muerte de su marido, acaecida un par de meses atrás, no se había debido a un suicidio sino que ella lo había estrangulado con la correa de los pantalones, mientras dormía, arrastrándolo después hasta el patio de la finca, dejándolo a los pies de un árbol, y había simulado el ahorcamiento atándole  una cuerda al cuello, declarando en su momento a las autoridades que la había cortado para desprenderlo del árbol en el que colgaba, al que ató el otro trozo de cuerda, simulando que había sufrido una brusca caída contra el suelo cuando ya estaba sin vida, poniendo el hecho por ella «fabricado» en conocimiento de la Guardia Civil, que pasó la denuncia preceptiva al Juzgado de Instrucción del Partido.
Manuel Jorques
Manuel Jorques
            Como consecuencia de la denuncia la Comisión Judicial se  desplazó en su momento al lugar del suceso, un chalet propiedad de una acaudalada familia catalana en el que se había montado una guardería de perros abandonados, a cuyo cargo y cuidado se había puesto al matrimonio protagonista del relato, unos gallegos de mediana edad, medio pordioseros y alcoholizados, que convivían con la suciedad y los ladridos de no menos de trescientos canes, según tuvimos ocasión de comprobar en aquella inspección ocular primera.
El reconocimiento del lugar y el examen del cadáver (con un pedazo de cuerda anudada al cuello y otro sujeto a la rama del árbol) por el Médico Forense Don Manuel Fuentes Lojo y por el Juez de Instrucción sustituto Don Arturo Montagut, fueron tan determinantes que, sin más averiguaciones (no existía policía científica ni otro cuerpo de seguridad que la Guardia Civil Rural) que el dictamen no podía ser otro que la muerte había sido causada por asfixia por ahorcamiento de origen suicida. Tras una autopsia no demasiado detallada (por la impresión causada por el montaje de la escena del crimen) el cadáver fue inhumado en el minúsculo cementerio adosado a la iglesia del pueblo y el sumario incoado, rutinariamente archivado sin más trámites por la inexistencia de delito, ya que el suicidio no lo era, siendo únicamente punible la inducción o el auxilio al suicida, que en ningún momento se contempló.
            La narración-acusación formulada por persona tan seria como lo era el alcalde Sr. Leiro no podía caer en saco roto; se informó telefónicamente al Fiscal de la Audiencia de Barcelona y al Juez de Instrucción del partido Don Salvador de Bellmont y Mora, que se había ido a Valencia a pasar el fin de año con sus familiares y se decidió que para averiguar si la mujer había dicho o no la verdad en aquellas confesiones públicas cuando se hallaba bajo los efectos de los efluvios alcohólicos, debía, en primer lugar, exhumarse rápidamente el cadáver, realizársele una segunda autopsia tras la que se adoptarían las diligencias oportunas. A todo esto nos encontramos que ya eran casi las tres de la tarde, que las horas de luz eran ya escasas en la estación invernal en la que nos encontrábamos y que el cementerio donde estaba enterrado el cadáver carecía de luz eléctrica.
            Y allí nos fuimos los dos Oficiales del Juzgado, el Fiscal Sr .Romero de Tejada el Médico Forense titular Dr. Fuentes, al que ayudaría el Dr. Cerdá., médico de asistencia pública domiciliaria de Las Franquesas del Vallés, que también ostentaba el cargo de Forense sustituto, y el alcalde del pueblo, que realizaba labores de cicerone y de introductor ante el cura párroco que es quien mandaba en aquel cementerio.
            Avisados un par de obreros municipales empezaron a cavar en el suelo, en el lugar donde se hallaba la tumba del presunto asesinado. La tarde-noche, fría, desapacible, se iba convirtiendo en lúgubre al sonido de los golpes de las azadas y palas, extendiéndose por el reducido recinto un olor a tierra húmeda y profanada alumbrada por las linternas de los guardias civiles. Todos nuestros sentidos se hallaban en guardia, excitamos ante cada una de las paladas que, poco a poco, fueron descubriendo un ataúd, arcón que al fin pudo ser izado del agujero y puesto en el suelo. Al abrirlo y enfocarlo con la luz de las lámparas pudimos ver que allí estaba el cadáver de aquel presunto suicida, sin signo alguno de corrupción (seguramente el frio y seco clima del lugar lo había preservado) que los mismos obreros transportaron hasta una caseta que hacía las veces de depósito de cadáveres en la que, por todo mobiliario, había una mesa rectangular sobre la que se depositó el cuerpo. Claro que como la caseta carecía de electricidad y se había hecho prácticamente de noche, la oscuridad pasaba a ser protagonista del momento. El párroco, a petición del alcalde, sacó desde la iglesia un largo cordón eléctrico en cuyo extremo había una bombilla y con ese artilugio, sostenido sobre el cadáver, empezaron los Forenses a practicar la autopsia.
Iglesia, caseta de autopsias y una tumba en el suelo en el Cementerio de Tagamanent
Iglesia, caseta de autopsias y una tumba en el suelo en el Cementerio de Tagamanent
            Si la escena era merecedora de la más espantosa película de terror, el comportamiento de los médicos (sobre todo el sustituto Dr. Cerdá) es digno de un amplio análisis del comportamiento de los seres humanos ante la muerte del prójimo, cuando esos seres, por su profesión, se hallan insensibilizados por todo tipo de situaciones, por escatológicas que estas sean. El Dr. Cerdá, hombre de unos 60 años, solterón, desaliñado en su vestir y siempre con manchas de todos los colores y procedencias en el traje gris que habitualmente vestía, era un fumador empedernido, de tal forma que en esas maniobras de la autopsia llevaba el cigarro encendido en la boca. Cuando su compañero, el Dr. Fuentes le decía: Dr. Cerdá., haga el favor de estirar del brazo derecho al cadáver, el Dr. Cerdá sin mediar palabra, con la mayor parsimonia, sacaba el cigarro de la boca y lo ponía sobre  el cuerpo desnudo del cadáver (¡¡a modo de cenicero!!) y tras efectuar el estiramiento requerido volvía a recoger el cigarro del improvisado cenicero y continuaba fumándolo. Esta maniobra se repitió varias veces a lo largo de aquel par de horas que duró toda la operación y he de reconocer que nunca he vuelto a conocer a nadie con menos escrúpulos o ascos para con los cadáveres que el Dr. Cerdá.
            La autopsia demostró que no te debes fiar de una primera impresión sacada de la observación del lugar del suceso, por muy clara que parezca. Si aquel cuerpo, como dijo su esposa en un primer momento, pendía colgado de un árbol y ella cortó la cuerda con lo que provocó su caída brusca, tenía que haberse producido lesiones (erosiones o hematomas) en las extremidades, la cabeza, etc., al chocar contra el suelo, y el cuerpo en cuestión estaba limpio de tales signos. Además, un atento examen de la piel y músculos del cuello puso de relieve que el roce de la cuerda estaba superpuesto a las señales de la correa de cuero con la que previamente había sido estrangulado.
            La esposa fue inmediatamente detenida y llevada a la cárcel, y en los primeros días de enero, cuando la Comisión Judicial, junto con la Guardia Civil, fue a la casa en la que se había cometido el crimen para realizar una inspección ocular más minuciosa (era una mañana en la que nevaba copiosamente) fue imposible penetrar en el recinto pues la jauría canina, sin cuidadores y sin comida desde hacía varios días, eran unas temibles fieras (ya habían devotado a los más débiles) que la guardia civil tuvo que dispersar a tiros para evitar que nos agredieran.
            Tiempo después, celebrado el juicio oral en la Audiencia de Barcelona, la esposa fue condenada por la muerte del marido (entonces tipificado como delito de parricidio) a veinte años y un día de reclusión mayor.
            Las tétricas horas en el cementerio de Tagamanent tuvieron un efecto colateral lamentable: Con los obreros del Ayuntamiento acudió al recinto el Secretario de la Corporación que se quedó de «mirón». La impresión que le causó todo aquello debió ser tan fuerte que llegado a su domicilio tuvo que encamarse y falleció horas después según nos hizo saber un hijo suyo que pasó por el Juzgado de Instrucción para que se tramitara la documentación pertinente por la muerte de su padre que se pretendía, en un principio, que podía deberse a «accidente laboral» pues en su cooperación para la exhumación y demás macabras manobras es cuando le había sobrevenido el infarto que acabó con su vida.

Ifni. Español Lee y Divulga...

AutorDÁVILA ÁLVAREZ, Rafael. General de División (R)
Fuente: Blog General Davila
«El 30 de Junio de 1969 se arría con todos los honores la Enseña Nacional en el Territorio de Ifni, rindiéndole los honores que le corresponden, la 3ª Compañía de la 13ª Bandera de la Legión al mando del Capitán Aroldo Lázaro Abardía junto a una Sección de la Policía Territorial.
Cuartel de Tiradores de Ifni
Cuartel de Tiradores de Ifni. Foto Blog General Davila
Una vez finalizados los actos protocolarios que forman parte de la retrocesión de Sidi Ifni al Reino de Marruecos, emprende la marcha por vía aérea a la Plaza de El Aaiún donde se disolverá la Bandera. Éstas son las últimas fuerzas que quedan en Ifni».
Es el texto que recoge el «Libro de Efemérides» de La Legión.
Brevedad, quizá demasiada. La misma brevedad con la que se ha escrito y divulgado la historia de aquél trozo de tierra por el que se murió como si se tratara de un trozo de España, porque nos dijeron que era un trozo de España. Una larga historia que algunos saben por qué empezó y que únicamente los soldados recuerdan como terminó. Todo sorprende en Ifni, desde su inicial fundación, su tardía y precipitada ocupación, hasta el olvido en el que subyace…aunque las arenas del Sahara formen parte de nuestra genética.
La ocupación, a cargo del Coronel Capaz, se produjo el 6 de abril de 1934 respondiendo al cumplimiento del Tratado de Wad-Ras de 1860; se llevó a cabo por la presión de Francia al convertirse Ifni en territorio base de los nacionalistas marroquíes. La zona del desembarco e inicial ocupación fue identificada como Santa Cruz de la Mar Pequeña, una pesquería utilizada por los canarios desde 1478 como punto de apoyo a sus pescadores y como base de partida para internarse en el interior y capturar esclavos. Lo primero que hizo Capaz al desembarcar fue izar la Bandera; en aquellos momentos era la republicana. Se arrió después de 35 años, el 30 de Junio de 1969. Como curiosidad Capaz, ya General en 1936, fue asesinado en una de las matanzas de la Cárcel Modelo de Madrid a pesar de que se mantuvo fiel a la República.
No es mi intención explicar la historia de este territorio olvidado, sino recordar a los que allí vivieron y lucharon dejando su sudor, cuando no su sangre, en nombre de España. Cualquier momento es bueno pero hoy, cuando se cumplen 45 años del último arriado de nuestra Bandera en aquellas guerras, el recuerdo es obligado.
Un recuerdo muy especial para los que combatieron en aquella guerra injustamente ocultada, donde los actos de heroísmo y sacrificio fueron un ejemplo que hoy deberíamos enseñar al menos en las academias militares. Porque allí, aunque la mayoría lo ignore, hubo una guerra entre 1957 y 1958 con muchos muertos, heridos y desaparecidos; como españoles, como soldados, ni podemos ni debemos olvidar. Allí quedaron los últimos héroes laureados de San Fernando y las últimas Medallas Militares concedidas en el Ejército español.
Sólo el que ha sido soldado español puede entender lo que allí pasó y sólo el que ha tenido el honor de mandar soldados españoles sabe lo que allí cada uno se dejó.
Injusto es el olvido pero si este es institucional la injusticia se convierte en ofensa.
«Vieja chatarra cuidadosamente remendada», escribe el general Casas de la Vega en su libro «La última guerra de África». Es el otro olvido, el de siempre, la vieja chatarra con la que se combate; siempre es lo mismo, la empuja, sin reparar en ello, como si tuviese lo mejor, el valor y el honor de un único soldado, el español.
30 de Junio de 1969, hoy hace cuarenta y cinco años que se arrió la Bandera de España de Sidi-Ifni. Desde 1934, por allí pasaron miles de soldados de reemplazo, legionarios, paracaidistas, Tiradores de Ifni, oficiales y suboficiales de las milicias universitarias, además de civiles, mujeres y niños que con ellos convivieron.
Detrás de cada uno hay algo más que una historia bélica; aquello fue algo más que la temporalidad de un combate; aún perduran las consecuencias de su incertidumbre. La historia está escrita pero ellos están olvidados, como su intemporal guerra.
Combatientes o no, siguen reclamando su lugar en la vida y en la historia y nosotros, como soldados, recogemos su legado. ¡Español, lee y divulga! Escuchemos y aprendamos.

sábado, 30 de enero de 2016

Viaje a Sidi Ifni

Autor: CARABALLO FDEZ. J.C.

SIDI IFNI

            En el mes de junio de 2015, mi esposa y yo visitamos por primera vez la antigua ciudad colonial española de Sidi Ifni. Nos lleva hasta allí nuestro deseo de conocer mundo y, sobre todo, las ganas de averiguar parte de esa historia tan poco conocida en esas tierras africanas.
            Tuvimos la gran suerte de viajar con miembros de la asociación Amigos de Ifni y ha sido un viaje lleno de aventuras y muy buenos momentos, de los que nos traemos experiencias únicas y grandes amigos.
            Mi idea principal del viaje era visitar las posiciones destacadas del interior del territorio, donde había fuerzas españolas hasta noviembre de 1957, y conseguimos los objetivos propuestos, en gran parte gracias a nuestros compañeros de viaje y a una intensa labor de investigación por parte de Susana y mía, donde pudimos poner sobre un plano los sitios a visitar.
            Así fue nuestra aventura:
Día D. (5 de junio de 2015)
            Coche de Daimiel a Madrid, dejamos el vehículo en la cochera de Ángel M. S. y, en metro, llegamos hasta la T-1. Cogemos el avión a Marrakech, donde pasamos la noche.
Susana, Berta, Machuu, José Luis y Fernando en Barajas
Susana, Berta, Machuu, José Luis y Fernando en Barajas

Día D+1

            Nos levantamos sin demasiados problemas a pesar del jet-lag y, en grupo, visitamos la plaza de Jamaa el Fna y su gran Zoco, donde nos remontamos al siglo anterior al actual, con sus artesanos de todo tipo. Tras esto, en la plaza, pudimos degustar comida típica, con el privilegio de poder tomarnos algunas cervezas, regresando por la tarde al hotel en un coche de caballos, con lluvia incluida.
Plaza de Jamaa el Fna
Plaza de Jamaa el Fna
Plaza de Jamaa el Fna
Plaza de Jamaa el Fna
            Por la noche, cenamos en Chez Ali, donde disfrutamos del espectáculo ecuestre.
Chez Ali
Chez Ali
Chez Ali
Chez Ali

Día D+2

            Por la mañana, a las 10:00 horas aproximadamente, cogemos el autobús y viaje hacia Sidi Ifni, parando en Agadir a comer.
Agadir
Agadir
Agadir
Agadir

Tras la comida reanudamos el viaje hasta nuestro objetivo, Sidi Ifni.
Sidi Ifni nocturno
Sidi Ifni nocturno
Sidi Ifni nocturno
Sidi Ifni nocturno
          Fue muy emocionante llegar a nuestro destino final. Es una ciudad colonial típica, pero muchos de sus vecinos hablan o entienden español. Paseamos por las antiguas casas militares, donde F. Pascual nos deleitó con sus historias, hablamos con alguno de sus actuales inquilinos en un perfecto castellano; casi todos descienden de antiguos indígenas que tuvieron nacionalidad española o que tenían relación con los colonos.
            También pasamos un emocionante momento con José Luis G. M. y su compañero de juegos Husein, quienes, casualmente, se reencontraron tras cincuenta años sin saber nada el uno del otro.
            Esa primera noche, visitamos los principales emplazamientos gubernativos de la ciudad, cenamos una pizza frente al Cine Avenida y nos fuimos a la cama.

Día D+3

            El primer día en Ifni, lo dedicamos a recorrer la ciudad casi por completo, pero, casi toda la mañana, la ocupamos en visitar lo que queda del antiguo cuartel de los Paracaidistas, que después heredaron los Legionarios (XIII Bandera), que es como se suele conocer, a pesar de qué los Paracaidistas pasaron en él poco más de dos años (de julio del 56 a septiembre del 58) y los Legionarios, once (de septiembre del 58 a julio del 69).
Cuartel de los Paracaidistas y Legionarios en Sidi Ifni (Foto Web)
Cuartel de los Paracaidistas y Legionarios en Sidi Ifni (Foto Web)
Cuartel de los Paracaidistas y Legionarios en Sidi Ifni (Foto Web)
Cuartel de los Paracaidistas y Legionarios en Sidi Ifni (Foto Web)
Cuartel a fecha de 8-06-2015. Escudo Ejército Real Marroquí
Cuartel a fecha de 8-06-2015. Escudo Ejército Real Marroquí
Cuartel a fecha de 8-06-2015. Escudo Ejército Real Marroquí
Cuartel a fecha de 8-06-2015. Escudo Ejército Real Marroquí
Paracaidistas y Legionarios bajo el arco del acuartelamiento. Al fondo sus escudos (Foto Web)
Paracaidistas y Legionarios bajo el arco del acuartelamiento. Al fondo sus escudos (Foto Web)


Paracaidistas y Legionarios bajo el arco del acuartelamiento. Al fondo sus escudos (Foto Web)
Paracaidistas y Legionarios bajo el arco del acuartelamiento. Al fondo sus escudos (Foto Web)

            Y como no podía ser de otro modo, subí corriendo al escudo actual, recé la Oración Paracaidista, en honor a los paracaidistas del pelotón que allí subieron originalmente las piedras, y, de igual forma, me bajé.
Piedras del escudo actual y vista de la ciudad desde estas
Piedras del escudo actual y vista de la ciudad desde estas
Piedras del escudo actual y vista de la ciudad desde estas
Piedras del escudo actual y vista de la ciudad desde estas

            Estas mismas piedras formaron, hace seis décadas, un enorme paracaídas con una corneta de infantería en su base.
Escudo original 1956-57
Escudo original 1956-57

Día D+4

            Por fin, hoy empezaremos con el trabajo de campo. Vamos a intentar visitar el mayor número de puestos interiores. Como tenemos poco tiempo, vamos a priorizar.
            A primera hora de la mañana, nos recoge, a Maruchi, J. L. G. Moya, Susana y a mí, un lugareño en su furgoneta C15.Yo, plano y GPS en mano, voy trazando la ruta y tomando buena nota del track a seguir. Así llegamos a Tiugsa (Tagragra).
            Tras aparcar cerca del Zoco, cogemos las mochilas y apechusques y andamos hacia las afueras. Pasando por un antiguo pozo, donde Maruchi y José Luis jugaban de pequeños, llegamos al cuartel de los Tiradores. Es un momento realmente emocionante para todos nosotros. José Luis no veía este pozo desde 1956, que se trasladaron a la capital; Maruchi, algo menos, y Susana y yo lo vemos por primera vez. Es impresionante estar aquí; solo con esto, nuestro viaje merece la pena.
Pozo anterior al puesto de Tagragra
Pozo anterior al puesto de Tagragra
Pozo del cuartel de Tagragra
Pozo del cuartel de Tiradores de Tagragra

Maruchi enseñando fotos de cómo era el destacamento de Tagragra
Maruchi enseñando fotos de cómo era el destacamento de Tagragra
           En este destacamento, nació Maruchi el primero de agosto de 1947, convirtiéndose en el primer niño europeo nacido en Tagragra.
Después, volvimos al Zoco, donde, anclados en el tiempo, se sigue sacando agua del pozo con una maroma. Después, buscamos la antigua tienda de Luis Gastearena (probablemente el primer civil español muerto tras el ataque general el 23-11-57), donde probamos una exquisita rodaja de sandía de la tierra.
Pozo en el Zoco
Pozo en el Zoco

Tras esto, localizamos al asistente del capitán A. M., Dabryr M´Barek. Fue un encuentro muy emotivo, pues nos relató con nostalgia algunas peripecias que pasó con él.
Dabryr M´Barek en la puerta de su casa
Dabryr M´Barek en la puerta de su casa
Dabryr M´Barek en la puerta de su casa
Dabryr M´Barek en la puerta de su casa

Cuando nos vamos, pasamos por un pozo que hay cerca del antiguo cuartel de la Policía.
Pozo cercano a donde estaba el cuartel de la Policía
Pozo cercano a donde estaba el cuartel de la Policía

            Tras la fructuosa visita a Tiugsa (Tagragra), nos dirigimos a una de las posiciones más difíciles de encontrar para mí, el destacamento de Tamucha. Situado sobre unas antiguas ruinas portuguesas, este destacamento se había desplazado, en octubre de 1957, desde Id Aixa a esta posición para un mejor control fronterizo. La posición estaba defendida por una sección de la 11ª Cía. de Tiradores de Ifni y estaba dividida en tres núcleos, Tamucha Baja, donde había un pelotón a las órdenes del Sgto. Isaac Ros, Tamucha Centro, con una escuadra y el resto de la sección, y Tamucha Alta, al mando del Tte. Fernández Fuentes.
Plano de las posiciones visitadas en el día D+4
Plano de las posiciones visitadas en el día D+4
          Tras muchas horas de archivo y biblioteca en España, conseguí situar en un plano las posiciones y, priorizando, decidí intentar buscar Tamucha Alta, que sería la más característica y la más fácil de localizar. Así, GPS en mano, tras cruzar el impresionante monte de Tamucha, dejamos el coche en un camino y, a pie, tras una hora andando, tuvimos la suerte de llegar a la posición. Actualmente, vive allí una familia de pastores. Gracias a José Luis, que hizo intérprete todo el viaje, supimos que allí hace tiempo hubo españoles. Este es uno de los pocos sitios donde, posiblemente, hace muchos años que no pisa un español y ello nos produce un sentimiento especial de emoción.
Posición de Tamucha Alta
Posición de Tamucha Alta
Posición de Tamucha Alta
Posición de Tamucha Alta
Después de nuestra fructífera visita a Tamucha, volvemos por la carretera hacia Tiugsa (Tagragra), para después desviarnos a Tenin de Amel-lu, donde localizamos el antiguo destacamento de la Policía.
Destacamento de Tenin de Amel-lu
Destacamento de Tenin de Amel-lu
Destacamento de Tenin de Amel-lu
Destacamento de Tenin de Amel-lu
        A continuación, de vuelta a la capital de la antigua provincia española, paramos en la cooperativa de aceite de Argán de Arba del Mesti, donde pudimos comprobar la elaboración de tan preciado producto.
Cooperativa de aceite de Argán de Arba del Mesti
Cooperativa de aceite de Argán de Arba del Mesti
         Ha sido un magnifico día, en el cual hemos visitado unas posiciones de las cuales no teníamos una ubicación exacta, pero la suerte y la pericia nos han acompañado y todo ha salido perfecto.

Día D+5

Hoy, el grupo con el que viajamos ha decidido pasar el día en la espectacular playa de Legzira. Hasta la entrada de la urbanización que antecede a la playa, vamos todos en el autobús; en este punto, cuatro de nosotros decidimos subir a Buyarifen andando; lo hacemos a media ladera, hasta conectar con el camino natural de subida, que empieza unos dos kilómetros antes de nuestra posición. Poco a poco, subimos hasta Buyarifen-1, donde Domingo recordará emocionado el lugar en el que, estuvo haciendo su servicio militar. La niebla nos empieza a envolver y decidimos bajar por el camino, pues no tiene pérdida posible. Yo me separé del grupo para visitar la insigne posición del «Pelotón de la Muerte», antes de encontrarme con mi subgrupo y visitar Buyarifen-2, para volver a la playa a comer y pasar la tarde.
Buyarifen-1
Buyarifen-1
Buyarifen-2
Buyarifen-2
Posición del «Pelotón de la Muerte»
Posición del «Pelotón de la Muerte»
Playa de Legzira
Playa de Legzira

Día D+6

            Hoy intentaremos culminar con éxito otro gran reto, intentaremos seguir los pasos de los Paracaidistas en 1957. Nuestro primer objetivo es visitar la cota donde estuvo asediada (desde el 24 de noviembre al 2 de diciembre) la sección del Tte. Ortiz de Zárate (3ª Sec. 7ª Cía.). Para ello, salimos de Sidi Ifni por la fuente de las palmeras en dirección Arba del Mesti, para después girar dirección T´Zelata de Sbuía, hasta localizar, gracias a los satélites, nuestro destino. Subir no fue nada fácil, pues las chumberas se oponían continuamente a nuestro paso, pero, al final, Susana y yo coronamos la altura.
            A pesar de que tuvimos la suerte de confirmar por nuestro intérprete, José Luis, que aquí hacía tiempo que dejaron su vida compatriotas nuestros, yo no tengo dudas de la ubicación, pues siento algo místico que me embarga de emoción. 
Cota del asedio de la 3ª Sec. 7ª Cía. De Paracaidistas. Al fondo, T´Zelata de Sbuía
Cota del asedio de la 3ª Sec. 7ª Cía. De Paracaidistas
Cota del asedio de la 3ª Sec. 7ª Cía. De Paracaidistas. Al fondo, T´Zelata de Sbuía
Cota del asedio de la 3ª Sec. 7ª Cía. De Paracaidistas. Al fondo, T´Zelata de Sbuía
          Descendemos y continuamos hasta la población (T´Zelata de Sbuía), donde nos topamos de frente con la entrada al antiguo fuerte de Tiradores. Paseamos por los alrededores, localizando el antiguo cementerio y la cárcel, para terminar donde estuvo el cuartel de la Policía, de donde solo se conserva el pozo.
Fuerte de Tiradores de Ifni
Fuerte de Tiradores de Ifni

Fuerte de Tiradores de Ifni
Pozo del Cuartel de la Policía

            Volvemos a la carretera y nos trasladamos a
Tiliouine, donde localizamos rápidamente el aeródromo (donde una cosechadora segaba cereal), y, después, el fuerte. Aquí, nuestros protagonistas del día hicieron historia dentro de la «Operación Pañuelo», el 29 de noviembre de 1957, cuando se realizó el primer salto de guerra del Ejército Español.
            Estando visitando las ruinas, tuvimos un inesperado encuentro con el gobernador de Tiliouine, H. Brahim, que nos invitó a tomar un té en su casa, al que no pudimos negarnos. Nos cuenta, en un perfecto español, algunas historias sobre los militares españoles, para quien trabajaba su padre.
Destacamento de Tiliouine
Destacamento de Tiliouine
Casa del gobernador de Tiliuin
Casa del gobernador de Tiliuin
         De vuelta a la vieja capital, pasamos por Guelmin, ciudad muy próspera hoy en día y que, hace casi seis décadas, jugó un papel muy importante en el conflicto, pues las bandas armadas del Yeicht Taharir tenían parte de sus asentamientos.

Día D+7

            Es nuestro último día completo en Sidi Ifni; no tenemos planeado volver al interior, pero queremos visitar algunos lugares cercanos a la ciudad. Empezamos por desplazarnos a Erkounte, lugar donde, el 19 de febrero de 1958, dentro de la «Operación Pegaso», los Paracaidistas de Tierra (1ª Cía. y parte de la 5ª Cía.) saltaron en el que sería el segundo y último salto de guerra. De vuelta, pasamos por Sidi Borya, donde había un pequeñísimo destacamento de Policía Indígena en 1957, Aman-U-Ali (Amauali), en el que había un puesto de vigilancia que continuó después de la contienda. Ya en la ciudad, pasamos por la zona donde estaba en antiguo campamento de reclutas, el Cuartel de Tiradores de Ifni nº 1 (ahora ocupado por el Ejercito Real Marroquí), el antiguo cementerio, el puerto y terminamos en el zoco y el centro.
D/Z de Erkounte
D/Z de Erkounte
Cuartel de Tiradores nº 1
Cuartel de Tiradores nº 1


Posición de Amauali
Posición de Amauali
Cementerio de Sidi Ifni
Cementerio de Sidi Ifni

Día D+8

Hoy salimos para Marrakech, donde cogemos nuestro vuelo hacia España. Han sido 9 días intensos, en los cuales hemos tenido todo tipo de sensaciones, desde sentirnos completamente guiris en sitios como en Marrakech y Agadir, pasando por el perfecto mimetizaje con la población de Sidi Ifni, pareciendo uno más en estas tierras lejanas, hasta llegar a sentirnos muy privilegiados y orgullosos de ser españoles en casa del gobernador de Tiliouine, que nos dejó muy claro el honor que suponía para él volver a ver a españoles en su casa, tras décadas sin tener contacto con nosotros.
Sin duda, esta tierra de los Baamarani nos ha cautivado, como a tantas otras personas antes que a nosotros, y esperamos volver pronto a ella.

Arkiɣ daɣ nmmaggar !!

¡Hasta que nos volvamos a encontrar! (despedida bereber)

Un Patrón muy Especialista

Autor: CARABALLO FDEZ. J.C.
Fuente: Revista Boina Negra nº 281

San Bosco

            El 31 de enero, se celebra el Patrón del Cuerpo de Especialistas y Logísticos, San Juan Bosco. Repasemos un poco de la historia de ambos.
            En el mes de noviembre de 1998, se celebró un seminario sobre el Cuerpo de Especialistas, en la Residencia Militar de Navacerrada. De ahí surgió la propuesta de que fuese San Juan Bosco (Don Bosco) el patrón de los Especialistas. En octubre de 1999, el Arzobispado Castrense solicita el nihil obstat a la Congregación del Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos de la Santa Sede Romana, obteniéndolo Cum permissu superiorum poco después.
            El 24 de enero de 2000, el Jefe de Estado Mayor del Ejército (JEME), hacía oficial el nombramiento y designaba al fundador de la Orden Salesiana, Juan Melchor Bosco Ochienna, San Juan Bosco, como Santo Patrón y Protector del Cuerpo de Especialistas  del Ejército de Tierra.
            Por Orden Ministerial 240/2001 de 20 de noviembre (BOD. nº 233), por la que se determina el Calendario de Festividades de las Fuerzas Armadas, queda fijado, el treinta y uno de enero, la festividad de San Juan Bosco, Patrón del Cuerpo de Especialistas del Ejército de Tierra.
            Posteriormente, es modificada por OM 69/2012 (BOD. nº 191), en que se considerase a San Juan Bosco, Patrón del Cuerpo de Especialistas del Ejército de Tierra y de las especialidades fundamentales de este ejército de Electrónica y Telecomunicaciones, Mantenimiento y Montaje de Equipos, Electricidad, Informática, Automoción, Mantenimiento de Aeronaves, Mantenimiento de Armamento y Material, Mantenimiento de Vehículos, Mantenimiento Electrónico y de Telecomunicaciones, Chapa y Soldadura, Montador Electricista y Montador de Equipos.
            Por Norma General 06/05 del JEME, se nombra también a San Juan Bosco patrón de la Tropa de la Especialidad de Logística.
San Bosco
San Bosco
San Bosco
San Bosco
         Don Bosco, nacido en Becchi el 16 de agosto de 1815 y fallecido en Turín el 31 de enero de 1888, fue un sacerdote italiano que, en el ejercicio de su ministerio, se preocupó especialmente por los niños pobres y fue autor de numerosas obras dirigidas a la educación juvenil y a la defensa de la fe católica.
            A partir de 1842, formó una escuela parroquial que llegaría a varias centenas en pocos años. En 1853, construyó escuelas y talleres de aprendizaje, dedicados a distintos oficios, evolucionando la enseñanza. Formó en tres años, una imprenta, varios talleres e impartió clases de latín para los sacerdotes. En 1858, fundó la Congregación Salesiana para sacerdotes maestros. Posteriormente, la extendió a las mujeres, bajo el nombre de Hijas de María Auxiliadora.
                        El Papa Pío XI lo declaró Santo, el 1 de abril de 1934, otorgándole el título de «Padre, Maestro y Amigo de los Jóvenes».
            Sin duda, los Especialistas, la Logística y todos, en general, encontramos, en la figura de este sacerdote, el líder ideal a seguir.
            Pero ¿Desde cuándo existen los Especialistas en los Ejércitos? …Esto es algo difícil de responder, sobre todo, porque depende de que lo que entendamos por un Especialista. Los escribas del antiguo Egipto ¿eran especialistas? En parte, sí. ¿Los herreros que forjaban las espadas de metal en la antigua Iberia ¿eran especialistas? Bajo mi punto de vista, sí. Desde esta perspectiva, los especialistas estamos integrados en la milicia desde su comienzo, aunque, en nuestro Ejército, el antecedente del actual Cuerpo de Especialistas se remonta a 1932, cuando se creó, por Ley de 13 de mayo (GM. nº 136),  el «Cuerpo Auxiliar de Subalternos del Ejército» (CASE), en el que se integraron las especialidades técnicas que prestaban servicio en el Ejército, ya fuese en Talleres, Fábricas o Unidades.
Emblema del Cuerpo Auxiliar de Subalternos (Imágenes Web)
Emblema del Cuerpo Auxiliar de Subalternos (Imágenes Web)
            Paralelamente, por Ley de 6 de mayo de 1940 (BOE. nº 139),  se creó el «Cuerpo de Especialistas de los tres Ejércitos, Tierra, Mar y Aire», con el objeto de «Atender con plenitud y eficiencia las demandas del personal de tropa técnico y especializado, que las necesidades cada vez más complejas de los ejércitos demandan, apelando al reclutamiento voluntario de individuos dentro de los Institutos Armados».
            Posteriormente, por Decreto de 5 de mayo de 1941 (DO. nº 136), se Organizan las Escalas de Especialistas del Ejército, con objeto de aplicar al Ejército de Tierra los preceptos de la Ley de 6 de mayo de 1940.
            El «Cuerpo de Suboficiales Especialistas en el Ejército de Tierra» se organizó por la Ley de 26 de diciembre de 1957 (DO. nº 293).
            Por Orden de 3 de febrero de 1960 (DO. nº 116), el personal del Cuerpo de Especialistas del Ejército usará el mismo uniforme que los Suboficiales del Ejército, con los emblemas, divisas y distintivos de su especialidad.
            Por Ley 13/1974 de 30 de marzo (DO. nº 78), se organizan las «Escalas Básica de Suboficiales y Especial de Jefes y Oficiales del Ejército de Tierra», que sustituirán la Escala Auxiliar y Escalas de Suboficiales.
            Por Decreto 2956/1974 de 27 de septiembre (DO. nº 245), se aprueba el texto articulado de la Ley 13/1974.
            En 1975, por Orden de 11 de septiembre (DO. nº 214), se aprueba el Emblema y Rombo para las Escalas Especial de Jefes y Oficiales y Básica de Suboficiales Especialistas y alumnos en formación en sus respectivas escuelas.
Emblema del Cuerpo de Especialistas (Imágenes Web)
Emblema del Cuerpo de Especialistas (Imágenes Web)
Emblema del Cuerpo de Especialistas (Imágenes Web)
Emblema del Cuerpo de Especialistas (Imágenes Web)
            El emblema está compuesto por un águila azorada (en actitud de levantar el vuelo), de plata, con una espada de igual metal en sus garras y un listón en el pico con la leyenda «PERITIA PERITIS» (Maestro de Maestros), en negro.    
            Por ley 17/1989 (BOE. nº 172), que regula el Régimen del personal de las Fuerzas Armadas, se crea el «Cuerpo de Especialistas del Ejército de Tierra».
            El Himno del Cuerpo de Especialistas fue la composición ganadora del Premio de Música Militar 2000, que se celebró en noviembre del año 2001, en Granada. La obra tenía el lema «Salve, España». La autora de la letra fue Dª Alicia García Fernández y el compositor de la música fue el Comandante Músico retirado D. José López Calvo.
            Se declara Himno Oficial del Cuerpo de Especialistas del Ejército de Tierra, por Resolución nº 147/2001 de 21 de junio de 2001 (BOD. nº 134), del Jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra.
            Por Ley 39/2007 (BOD. nº 229), el Cuerpo de Especialistas de la Escala de Suboficiales se integrará (el 1 de julio del año 2009) en la «Escala de Suboficiales del Cuerpo General del Ejército de Tierra».
            También, por esta Ley, se producirá la «Supresión de la escala de Oficiales Especialistas», cuyos cometidos son asumidos por los cuerpos generales.
            Actualmente, ser Especialista en una unidad como la Brigada Paracaidista, demanda un altísimo grado de exigencia a sus miembros, pues tienen que combinar y mantener las más altas capacidades Técnicas con las Tácticas y las propias del Paracaidismo. Así lo demuestran, entre otros, los integrantes de Sección de Mantenimiento del Grupo Logístico Paracaidista, que están integrados en el Grupo Táctico Paracaidista, capacitándolo técnicamente, para operar en los escenarios más complejos y exigentes, haciendo que NINGUN OBSTACULO SEA TAN GRANDE QUE NO PUEDAN SUPERARLO.